Quim Torra prevé un gasto récord en ‘embajadas’

El anteproyecto de presupuestos de la Generalitat contempla un gasto de 7,55 millones en embajadas, un 15% más que en las últimas cuentas

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Una de las primeras medidas que anunció Quim Torra en su discurso de investidura es que pensaba proceder, a la mayor brevedad, a desplegar de nuevo el aparato diplomático de la Generalitat para revertir la aplicación del artículo 155. Y no sólo devolviéndolo a su punto original (12 oficinas), sino ampliando el número de delegaciones en el extranjero (las llamadas «embajadas»).

Para cumplir con este objetivo, el gobierno de Torra ha previsto un presupuesto récord en sus estructuras exteriores. Según el anteproyecto de presupuestos de la Generalitat de 2019, el capítulo de «embajadas» dispondrá de un total de 7,55 millones.

Se trata de una cantidad nunca alcanzada, puesto que en las últimas cuentas aprobadas (las de 2017), las delegaciones internacionales supusieron un coste de 6,55 millones. La previsión, por tanto, es aumentar el dispendio en más de un 15%.

El mapa de «embajadas» de Cataluña

A lo largo de estos meses, la Generalitat ha diseñado un ambicioso mapa de «embajadas» que incluye varias fases. En una primera, se reabrieron las oficinas de Reino Unido, Italia, Suiza, Alemania y los Estados Unidos. 

A continuación se dio prioridad a Portugal, los Balcanes, Europa Central y los Países Nórdicos. En los tres primeros territorios se regresó al lugar de origen antes del desmantelamiento: Lisboa, Zagreb y Viena. La cuarta, en cambio, cambió de ciudad y de país, puesto que hasta la aplicación del 155 estuvo radicada en Copenhague y ahora la sede está en la capital danesa a la de Suecia, Estocolmo.

Las otras dos «embajadas» de Catalña previstas en la segunda fase de despliegue se situarán en ámbitos donde hasta ahora la Generalitat no había tenido presencia: Riga y Beirut. La oficina de la capital de Letonia cumplirá la función de representación en los Países Bálticos, mientras que la del Líbano lo hará en la zona del Mediterráneo oriental. En su lugar, la Generalitat ha descartado reabrir las oficinas que tenía en Varsovia (Polonia) y la segunda que tenía en Estados Unidos, la de Nueva York.

La fase de expansión de las «embajadas»

En una tercera fase, que ya será de expansión, el gobierno de Torra prevé abrir nuevas sedes en Oriente Medio, los países asiáticos o América Latina. Pero para ello, la Generalitat necesitaría unos presupuestos que no tiene, ni mucho menos, a su alcance.

El gobierno de Torra no halla aliados para aprobar estas cuentas. Su único socio posible, Catalunya en Comú, rompió las negociaciones hace un mes y se niega a retomarlas tras la actitud tomada por ERC y Pdecat respecto a los presupuestos pactados por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

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