Quim Torra limita el poder de su sustituto, Pere Aragonès
El vicepresidente de la Generalitat tendrá poderes limitados respecto a los que poseía Torra y deberá ser nombrado con un decreto del Govern
La inhabilitación de Quim Torra como titular de la Generalitat tendrá como primera consecuencia que el número dos del gobierno catalán, el vicepresidente Pere Aragonès, se convertirá en el presidente en funciones, abriendo así una etapa de entre cuatro y ocho meses de interinidad en función de la fecha electoral y de la rapidez con que se forme el próximo ejecutivo.
Es un mecanismo que prevé La ley de Presidencia de la Generalitat, recogido en el artículo 7 del cese. El texto, que recoge la inhabilitación en firme como causa para el cese, recuerda que la presidencia será «sustituida internamente» y que el Parlament deberá iniciar «el proceso para escoger a un nuevo presidente de la Generalitat».
«Si concurre uno de los supuestos de cese del presidente o presidenta de la Generalitat que determina el artículo 7.3, lo sustituye el conseller primer o consellera primera o el vicerpesidente o vicepresidenta, si ha sido nombrado», recoge el texto legal que regula la figura de la máxima autoridad autonómica.
¿Qué atribuciones tendrá?
¿Tendrá los mismos poderes? No, Pere Aragonès tendrá un papel equivalente al de un presidente de la Generalitat en funciones. «Ni la suplencia ni la sustitución del presidente o presidenta de la Generalitat no permiten ejercer las atribuciones del cargo relativas al planteamiento de una cuestión de confianza, a la designación y cese de consellers o a la disolución anticipada de la legislatura».
Tampoco su sustitución es automática, puesto que la «suplencia y sustitución del presidente o presidenta de la Generalitat se acuerdan por medio de un decreto, del cual se tiene que dar cuentas en el Parlament y que se tiene que publicar en el Diario Oficial de la Generalitat de Cataluña».
Las elecciones se convocarán de forma autonómica si la presidencia de la Generalitat queda vacante una vez el presidente del Parlament, Roger Torrent, se haya reunido con los grupos parlamentarios y haya constatado que no hay un candidato en firme que pueda ser investido para agotar la legislatura.
Maltrecha relación entre ERC y JxCat
La sustitución de Quim Torra frente a la Generalitat supone una nueva prueba de fuego para la maltrecha relación entre ERC y JxCat. Pese a ello, ambas formaciones preparan un pacto de gobierno que permita mantener el gobierno en funciones sin que nadie salte del barco y limitando el papel de Aragonès.
La interinidad de Pere Aragonès puede ser una oportunidad de oro para ERC, puesto que la figura visible del Ejecutivo autonómico pasará a ser republicana y alineada con Oriol Junqueras. Esta ventaja a las puertas de una previsible convocatoria electoral a cuatro meses vista podría jugarles a su favor y conseguir de una vez por todas la presidencia de la Generalitat.
Será la primera vez desde que se inició el procés –la segunda si se cuenta la suspensión autonómica de 2017– que la presidencia de la Generalitat recaiga sobre, aunque sea en funciones, un líder de Esquerra Republicana. El partido de Oriol Junqueras se quedó a las puertas de superar a JxCat el 21-D, pese a que todas las encuestas electorales le habían sido favorables.