Quim Torra contempla dos fechas para las elecciones
Torra estudia elecciones en octubre para aprovechar el aniversario de la declaración de independencia y las movilizaciones por la sentencia del ‘procés’
Quim Torra se plantea anticipar las elecciones catalanas al próximo octubre. La previsible sentencia condenatoria a los acusados del juicio del ‘procés’ desencadenará el adelanto electoral.
Como presidente de la Generalitat, solo Torra puede pulsar el botón de convocatoria de elecciones. Baraja como posibles fechas los domingos 20 y 27 de octubre, según las fuentes consultadas.
Precisamente, el 27 de octubre coincide con el segundo aniversario de la frustrada declaración de independencia de Cataluña. Pocas horas después de esta declaración, el Senado aprobó la aplicación del artículo 155 de la Constitución para suspender el autogobierno catalán, cesar a su gobierno y disolver el parlamento.
Por este motivo, el domingo 27 de octubre está señalado en rojo en el calendario de los independentistas. Sería la fecha más probable por su significación política.
Si finalmente optasen por otra fecha distinta, reservarían el 27 de octubre para conmemorar la fallida declaración de independencia. No obstante, Torra acaricia la idea de que sea una jornada electoral.
En la tertulia La Plaza de esta semana se analiza el calendario electoral en España y Cataluña:
Incluso ERC ha preguntado por la disponibilidad del pabellón de la Estació del Nord de Barcelona para los domingos 20 y 27 de octubre. Este es el escenario donde los republicanos celebran las noches electorales.
A preguntas de Economía Digital, una portavoz de la Unión de Federaciones Deportivas de Cataluña (UFEC), que gestiona el mencionado pabellón, negó que se haya cerrado una reserva de este espacio para aquellos días. No obstante, otras fuentes de la entidad confirman que desde ERC se les ha preguntado por la disponibilidad del pabellón precisamente durante aquellos dos fines de semana de octubre. Dan por hecho que, si necesitan este espacio, lo tendrán.
Torra y el otoño caliente
Aunque dirigentes soberanistas también analizan la conveniencia de unas elecciones catalanas en el primer trimestre del próximo año, diversos factores precipitarán la convocatoria electoral previsiblemente a octubre: la Diada de Cataluña (11 de septiembre) es justo un mes antes, cuando también podría conocerse la a sentencia contra los acusados del juicio del ‘procés.
Será otro otoño caliente en Cataluña. La Diada siempre sirve para enardecer los ánimos de los independentistas y más en el contexto de la sentencia del Tribunal Supremo contra Oriol Junqueras y el resto de acusados por el referéndum del 1 de octubre (1-O) de 2017. Las probables condenas desencadenarán movilizaciones, que incluirán huelgas como las de hace dos años. En este clima de excitación política llegarían las elecciones.
Además, al entorno de Carles Puigdemont, incluido el propio Torra, le interesaría adelantar al máximo las elecciones. En cambio, al Pdecat y, especialmente, a Artur Mas les conviene que se celebren a partir de marzo del próximo año. Todos tienen sus motivos, aunque sean egoístas.
Mas acaba condena en febrero
Si las elecciones son en octubre, Torra y Puigdemont dejarían sin posibilidades de presentarse a Mas porque su condena de inhabilitación no finaliza hasta el 23 de febrero de 2020. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña le impuso esta pena por su responsabilidad en la consulta independentista del 9-N de 2014. Mas se mueve para volver a ser cabeza de lista en unas elecciones. Nunca se ha autodescartado.
Mas se reunió la semana pasada con Puigdemont en Waterloo (Bélgica) en un intento de poner paz y orden en el espacio de las familias postconvergentes. El Pdecat está dispuesto a desaparecer dentro de Junts per Catalunya con la condición de tener el control de esta marca electoral. El adelantamiento de los comicios a octubre torpedearía este proceso en beneficio de las aspiraciones políticas de Puigdemont.
Caduca el DNI de Puigdemont
Además, a Puigdemont le interesa que las elecciones catalanas sean antes del 3 de febrero del próximo año. En esta fecha caduca su documento nacional de identidad. Si no lo renueva, no podrá concurrir en unas listas electorales a partir de la mencionada fecha. Y renovarlo es un problema para un huido de la justicia como él.
Para ERC, el plazo ideal para celebrar las elecciones catalanas sería después del 3 de febrero de 2020, con lo que dejarían en fuera de juego a Puigdemont.
Gabriel Rufián, diputado de ERC en el Congreso, situó las elecciones catalanas en febrero, aunque no concretó la fecha. No aventuró este mes por casualidad.
Sin embargo, llevar a cabo estos maquiavélicos planes no está en las manos de Rufián ni tampoco en las de su partido. Es Torra quien tiene la potestad de convocar elecciones cuando mejor le convenga.
Ante esta situación, ni a Torra ni a ERC les va mal convocar las elecciones en octubre. Calculan que coincidirían con el clímax de las movilizaciones de independentismo.
Dudas con los candidatos
Las dos formaciones deberán decidir sus candidatos a la presidencia de la Generalitat. Junts per Catalunya puede repetir la operación de encabezar la lista con Puigdemont, aunque el presidenciable sea otro.
En cambio, ERC no piensa repetir lista con Junqueras de número uno. Desde el pasado miércoles se encuentra de nuevo en el centro penitenciario de Lledoners (Barcelona).
Dirigentes de su partido consideran, en público y en privado, que es mejor lanzar un candidato con libertad de movimientos. Sin embargo, nadie le discute el liderazgo de Junqueras en el partido. Otra cosa es que vaya a las listas.
Rufián apostó públicamente por Joan Tardà, que fue su compañero en el Congreso de los Diputados hasta la pasada legislatura. Prefiere a Tardà como presidenciable a otros dirigentes de peso de ERC como el presidente del parlamento, Roger Torrent, o el vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
La designación del candidato republicano no se encarará hasta que se conozca la sentencia del juicio del ‘procés’. Y contará con la bendición de Junqueras.
Antes de todas estas decisiones, tanto Junts per Catalunya como ERC deben posicionarse sobre la investidura de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español. Es una decisión que puede marcarles luego en las elecciones catalanas.
Este viernes, ERC y EH Bildu acordaron que votarán lo mismo en la investidura de Sánchez, sin precisar el sentido de este voto. Ya lo anunció Arlando Otegi en la polémica entrevista que emitió TVE el pasado miércoles. Que el partido de Junqueras y de Otegi voten al unísono no significa, necesariamente, que les secunde Junts per Catalunya.