Quim Torra disparará el número de altos cargos antes de su inhabilitación
El gobierno de Quim Torra ha aprobado una veintena de nombramientos a las puertas de su final político. El gasto en altos cargos es de casi 40 millones
Nadie puede acusar de parálisis al gobierno de Quim Torra a la hora de hacer nombramientos. En las últimas tres semanas, el Documento Oficial de la Generalitat de Cataluña (DOGC) —el equivalente al BOE catalán— ha publicado de forma casi diaria un nombramiento tras otro, de tal forma que los departamentos controlados por Junts per Catalunya han oficializado la designación de prácticamente una veintena de altos cargos.
Entre ellos, jefes de gabinete (79.000 euros), jefes de oficina de protocolo (66.000 euros), asesores en comunicación (60.000 euros), directores generales de todo tipo (87.000 euros) y responsables de prensa (65.000 euros) que engrosan la lista de 340 altos cargos de libre designación que forman parte del Govern y cuyo monto salarial supera en total los 27 millones de euros anuales.
La lista, en realidad, no acaba aquí porque a todos estos hay que sumar otros 170 cargos de confianza que tienen responsabilidades en las empresas públicas de la Generalitat, sea en TV3 o sea en Ferrocarrils de la Generalitat por citar dos ejemplos. En este capítulo la masa salarial es algo menor en proporción (11,6 millones).
Un gobierno en funciones con más de 500 cargos de confianza
Pese a las presiones de sus socios de ERC y del conjunto de la oposición para poner fin a la legislatura, Torra se ha empeñado en alargar unos meses el mandato aun a sabiendas de que el Tribunal Supremo confirmará, con toda probabilidad, su inhabilitación.
La decisión del presidente de la Generalitat de prolongar una legislatura que él mismo observó sin recorrido a finales del lejano mes de enero obligará al gobierno catalán a agonizar en funciones durante un mínimo de cuatro meses. Cuatro meses en los que apenas tendrá capacidad legislativa, lo cual no será ningún impedimiento alguno para que los cargos de confianza se mantengan en sus responsabilidades. De hecho, podrán permanecer en ellas hasta la formación de un nuevo gobierno.
El plan de Torra es endeudarse
A pesar de la drástica caída de ingresos, Torra ha expresado con toda claridad que los planes económicos de su gobierno no contemplan ningún tipo de tijeretazo, sino todo lo contrario. «No habrá recortes, gastaremos, nos endeudaremos», ha repetido ya en varias ocasiones el todavía president.
La previsión de la propia Generalitat es que el PIB de Cataluña caiga un 10% este año. Pero su plan de choque no consiste en apretarse el cinturón, sino en todo lo contrario.
La Generalitat ya ha pedido al Gobierno autorización para que el déficit pase del 0,2% previsto al 1%, lo que supondría ganar un margen aproximado de 2.000 millones de euros.
La otra parte del plan de la Generalitat para combatir la crisis económica consiste en hacerse cargo de la parte que considere que le corresponde del paquete de fondos europeos para la recuperación. Su reivindicación es impulsar 20 proyectos estratégicos y recibir para ellos 31.000 millones de euros.
Pero todo ese depende de una negociación que la Generalitat se niega a llevar a cabo con el Gobierno de forma multilateral —ni en el marco del Consejo Política Fiscal y Financiera ni en la Conferencia de Presidentes— y que difícilmente podrá trabajar una vez el ejecutivo catalán entre en funciones.
El calendario del Gobierno con el techo de gasto
El propio vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), piensa negarse a actuar como president a pesar de que deberá asumir la mayor parte de las responsabilidades del inhabilitado hasta la celebración de elecciones.
Si la inhabilitación de Torra se confirma dentro de un par de semanas, ERC todavía estaría a tiempo de pactar con el Gobierno el techo de gasto de los presupuestos, primer gran paso para la aprobación de las cuentas del Estado. El Consejo de Ministros podría aprobar el techo de gasto a finales de este mes de septiembre, lo que significaría que la votación en el Congreso de la nueva senda de estabilidad financiera y deuda pública y de los objetivos de déficit se produciría a principios de octubre.