Quim Torra da alas a los CDR para el día del gran caos: el 21-D
Los colectivos independentistas se preparan para paralizar Cataluña el 21-D coincidiendo con la celebración del consejo de ministros en Barcelona
La crisis de orden público vivida este fin de semana en Cataluña solo ha sido el preludio de un gran caos que ya tiene fecha: el 21 de diciembre, el día señalado por Pedro Sánchez para desplazarse a Barcelona y celebrar una reunión extraordinaria del consejo de ministros. Los Comités de Defensa de la República (CDR) pretenden paralizar para entonces las principales arterias de Cataluña, y no sólo un tramo de la AP-7 como este fin de semana.
El consejo de ministros en Barcelona, que coincidirá con el primer aniversario de las elecciones autonómicas de 2017, debía servir para facilitar una entrevista entre Pedro Sánchez y Quim Torra, pero la Generalitat optó por torpedear la cita poniendo condiciones imposibles a la vista de que los CDR se organizaban para paralizar Cataluña.
La portavoz Elsa Artadi, que trabajaba en el encuentro entre presidentes, cambió de guión y pasó a referirse a la visita del Ejecutivo de Sánchez como una «provocación», con el pretexto de que el Gobierno no atiende la crisis catalana.
Caos el 21-D en Barcelona: ¿qué haran los mossos?
La reunión de los ministros en Barcelona se producirá semanas antes de que el Gobierno presente sus presupuestos con la idea de marcar distancias con los secesionistas. Convencidos de que a todas las partes les conviene las distancias, la Generalitat no ha titubeado a la hora de dar cobertura a los CDR con sus desórdenes públicos.
Torra y el conseller de Interior, Miquel Buch, de hecho, ultiman una purga en los Mossos d’Esquadra para satisfacer a los CDR tras las cargas policiales en una reciente manifestación en Girona y otra en Terrassa. Tan alineados están con los CDR que la policía autonómica no repitió las cargas el sábado cuando los CDR bloquearon carreteras. El domingo, después de dos horas de reunión y de ver vídeos de las cargas, Torra y Buch decidieron aplazar cualquier decisión sobre los mossos.
¿Qué harán cuando, el 21-D, los manifestantes se apresten a cortar fronteras, vías de tren, aeropuertos, medios de transporte público y, nuevamente, carreteras? Ese es el plan del separatismo: una parálisis total, similar a la urgida en las convocatorias de huelga del otoño de 2017, antes y después del referéndum del 1-O, y tras la declaración fallida de independencia de finales de octubre. Incluso uno de los fundadores de Terra Lliure llama a «okupar» el Parlament el 21-D.
Mientras tanto, la oposición comienza a subir el volumen en sus exigencias a Sánchez y al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no solo para que den explicaciones sobre las movilizaciones independentistas de los últimos días, sino también para que tomen el control de la seguridad en Cataluña y apliquen de nuevo el 155.