Quim Torra cambia el calendario del adelanto electoral
El president dice ahora que nunca se ha planteado ir a las urnas como respuesta a la sentencia del Supremo tras haber amagado con ello de forma reiterada
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, sigue dando bandazos estratégicos. Ahora, Torra descarta convocar elecciones como respuesta a una eventual sentencia condenatoria en el juicio que se seguirá en el Tribunal Supremo (TS) contra los líderes del proceso independentista, una opción con la que hasta ahora había amagado, aunque ahora dice que nunca se lo ha planteado.
«Sería irresponsable convocar elecciones, no me lo he planteado nunca, ni en este momento ni cuando haya las sentencias del Supremo. Pienso que la solución no pasa por unas elecciones, sino por cumplir con el mandato que tenemos», dice ahora.
Entrevistado en El Món, Torra hizo esa afirmación tras negar que su gobierno se haya tambaleado en algún momento, y luego reafirmó que no contempla un adelanto electoral como respuesta a la sentencia, sino aprovechar las eventuales condenas para generar un nuevo impulso al proceso independentista, sin precisar, como es habitual, en qué se traduciría eso.
«Yo no pienso en esa opción [la de las urnas], lo que pido a la sociedad catalana es que todos juntos desde nuestras conciencias de mujeres y hombres libres sabremos ver el momento trascendental en el que nos encontraremos, y que lo afrontemos como un reto similar al 1-O», abunda el president.
Amagos reiterados de avance electoral
Pese a que hoy lo niegue, el presidente de la Generalitat ha alimentado en numerosas ocasiones la opción de un avance electoral. Desde que, a principios de septiembre, afirmó que no aceptará ninguna sentencia que no sea absolutoria, cada vez que le han preguntado en qué se concretaría ese rechazo ha dicho que se remitiría a lo que llegado el caso decidiera el Parlament, siempre dejando abierta la puerta a la posibilidad de dar carpetazo a la legislatura.
Antes, en agosto Torra ya había amagado con unos comicios anticipados en caso de no conseguir aprobar los presupuestos, aunque se retractó a los pocos días, después de que ERC, socio minoritario de su gobierno, se desmarcara de esa intención.