Quim Torra asume el adelanto de las elecciones en Cataluña
El presidente de la Generalitat confirma por primera vez que convocará elecciones en Cataluña si el Supremo lo inhabilita y el Parlament no lo rechaza
Quim Torra ha asumido por primera vez que Cataluña se dirige a unas nuevas elecciones. El desencandenante, según ha explicado el propio Torra, será la sentencia del Tribunal Supremo sobre su inhabilitación para cargo público combinada con la reacción que pueda tener el Parlament de Cataluña.
Si el Supremo confirma el fallo del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que lo condenó a un año y medio de inhabilitación por desobedecer a la Junta Electoral —había ordenado retirar los lazos amarillos de la fachada de la Generalitat durante la campaña electoral—, la consencuencia será, con toda probabilidad, la convocatoria de elecciones.
En todo caso, Torra querrá ver cuál es la reacción de la Cámara catalana. «Si el Parlament de Cataluña llegase a ese momento de desautorizarme, seguramente estaríamos unos meses en funciones y habría elecciones», dijo el president en Ràdio 4.
Hasta ahora, el presidente de la Generalitat había sostenido que su intención era agotar la legislatura y completar los cuatro años de mandato. Incluso Carles Puigdemont se había manifestado partidario de no precipitar unas nuevas elecciones para dar tiempo a Junts per Catalunya a rehacer su proyecto político.
El pretexto para las elecciones
El círculo de Torra y Puigdemont lleva semanas analizando la situación y cree que la mejor solución para su formación, ante el fallo del Supremo, es volver a las urnas con el pretexto de una nueva «represión» de las instituciones del Estado.
El presidente de la Generalitat ve en este fallo una oportunidad para rasgarse las vestiduras ante la opinión pública y dar la vuelta a las encuestas, que desde hace meses sitúan a ERC como gran favorita para imponerse en las urnas y que también apuntan que el PSC podría adelantar a Junts per Catalunya.
La opción de celebrar otro pleno de investidura para escoger a un nuevo presidente dentro del grupo de Junts per Catalunya no convence a nadie dentro de la formación, que tiene clara que las contradicciones internas son demasiadas. «No seríamos capaces de ponernos de acuerdo», dicen desde el propio grupo.