¿Qué probabilidad tengo de contagiarme en una terraza?
No respetar la distancia de seguridad y compartir alimentos o cubiertos con otros comensales son los principales riesgos de ir a una terraza
Aspecto de una terraza en el centro de Barcelona. Foto: Efe
Las terrazas tratan de sobrevivir a la pandemia de la Covid-19 cargadas de mascarillas y geles hidroalcohólicos. Sin embargo, la clave para no contagiarse mientras tomamos algo en las mesas exteriores de los bares, restaurantes o chiringuitos va más allá.
De hecho, según los epidemiólogos, el riesgo mayor en esas circunstancias durante el verano de la “nueva normalidad” es el de no respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros, además de compartir alimentos o cubiertos con otros comensales. La dificultad de tener que quitarse la mascarilla para beber y comer da importancia a esa distancia de seguridad, establecida por el decreto de nueva normalidad del Gobierno de Pedro Sánchez.
Si se respeta esa norma, se evitan las gotículas infectadas que puede emitir una persona al toser, estornudar o hablar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que difícilmente estas gotas pueden alcanzar más de un metro de distancia.
Las patatas bravas o los calamares como tapas comunes se ponen en cuarentena. Y es que otra medida esencial para evitar el contagio es no compartir alimentos ni bebidas —como tapas, ceniceros, saleros o vasos—. Sin embargo, el contagio mediante los propios alimentos es difícil.
“El contagio es posible, pero no es el mecanismo habitual. Si es un Covid positivo con una carga viral importante y se bebe del mismo vaso, quizás te puedes contagiar”, explica Federico Arribas, secretario de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE). Dado que el coronavirus es un virus respiratorio, ingerir alimentos es en general una práctica segura.
Medidas de seguridad en bares y restaurantes
Es importante que todos los trabajadores en hostelería mantengan siempre las medidas de seguridad, como llegar mascarilla o pedir a los clientes que se pongan gel en la entrada. En muchos establecimientos se pueden ver ya cartas digitales y desinfección de las mesas tras cada servicio. También se han convertido en esenciales el pago con tarjeta o el uso de utensilios de autoservicio.
Desde la SEE insisten en que lo fundamental no es el control de las sustancias o superficies, sino evitar que haya contagios por la vía respiratora, que es el principal motivo por el que se propaga el virus.
