Qué es el doxing y cómo puedes protegerte de este ataque
Te explicamos qué es el doxing y como puedes evitarlo
Hay que ser muy cautelosos con los datos que compartimos por Internet, tanto si son nuestros como si son de otra persona. Estafas como el pishing o el smishing están a la orden del día y los ciberdelincuentes cada vez consiguen formatos más verosímiles para caer en sus estafas.
Aunque el pishing es una de las técnicas más utilizadas por los delincuentes, también existen otras como el doxing con la que pueden hacer pública toda la información privada de su víctima sin su consentimiento. «Se trata de un delito que vulnera las leyes de protección de datos, así como otras relacionadas con la dignidad humana o el honor», explica Caixbank en su bloc.
Así, el doxing consiste en la desanonimización pública de una persona en línea. Entre los datos más compartidos en este tipo de prácticas se encuentran los siguientes:
- Nombres legales completos
- Documentos de identificación
- Direcciones postales
- Números de teléfono
- Cuentas de redes sociales
- Números administrativos
- Documentos oficiales
- Fotografías personales
A modo de ejemplo, la entidad explica que «es legal publicar en redes una fotografía de un vehículo invadiendo la acera porque un número o placa de matrícula, si bien identifica un vehículo, en ningún caso identifica una persona. Sin embargo, publicar la misma fotografía con el nombre de la persona que conduce o que sea dueña del vehículo sí es doxing y puede ser un delito«.
Así puedes protegerte
Así, aunque todas las personas somos vulnerables a sufrir este tipo de ataques, hay formas de minimizar el riesgo como mantener los datos personales fuera de Internet. Asimismo, se aconseja reducir al mínimo la huella digital con datos personales para disminuir el riesgo de exposición. Además, también recomiendan desconectar el Bluetooth para evitar accesos indeseados a nuestros dispositivos electrónicos que puedan acabar en un robo de información.
No obstante, pese a que la mayoría de ataques doxing son digitales, los ciberdelincuentes obtienen la mayoría de los dos datos de forma offline y a través del entorno de la víctima. Por lo tanto, hay que tener cuidado tanto con a quién facilitamos nuestra información como por Internet.