¿Qué dice la ciencia del riesgo de fumar en las terrazas?
Los hosteleros se enfrentan a la prohibición de fumar en las terrazas, avalada por algunos estudios y por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez de prohibir el consumo de tabaco en las terrazas de todas las comunidades autónomas ha provocado un fuerte rechazo por parte de los responsables de bares y restaurantes. El Ministerio de Sanidad apuesta por esta nueva medida de control para tratar de reducir los contagios de coronavirus en los espacios abiertos, mientras que la patronal del sector de la hostelería ha mostrado su indignación porque defienden que la decisión no se apoya en pruebas científicas sólidas que la avalen.
La principal tesis a favor del cambio de normativa radica en el conocimiento sobre los aerosoles. No fue hasta finales de 2020 cuando los investigadores confirmaron que la Covid-19 también podía contagiarse mediante estas pequeñas gotas de saliva que pueden quedarse suspendidas en el aire y desplazarse más allá de los dos metros de seguridad. Su descubrimiento reforzó la importancia de usar la mascarilla como mecanismo preventivo. Sin embargo, los ciudadanos deben retirársela para fumar. Mientras que las caladas provocan que la expulsión de aire sea más fuerte que una respiración convencional.
Esta realidad se ha analizado en varios estudios científicos hasta la fecha aunque las conclusiones nunca han quedado completamente claras. La Sociedad Portuguesa de Neumología emitió un estudio en diciembre de 2020 en el que ya alertaba sobre esta nueva vía de contagio. «El uso de cigarrillos, cigarrillos electrónicos y pipas de agua puede contribuir a la difusión del SRAS-Cov-2 mediante la exhalación de aerosoles que pueden contener el virus», alertaron los investigadores.
Los investigadores portugueses citan en sus conclusiones varios estudios que apuntan a que los fumadores tienen un 34% más de probabilidades de contraer una enfermedad respiratoria como la gripe común que el resto de personas. Sin embargo, destacan la falta de datos más precisos. «A pesar de ser escasa y a veces contradictoria, la evidencia científica disponible sugiere una asociación entre el tabaquismo y la gravedad del Covid-29«, han relatado.
No es el único estudio que ha ahondado en este tema. Sanafarmacia también publico en agosto del año pasado un estudio que avalaba la tesis del riesgo de contagio sobre los fumadores pasivos. El estudio, que incorporaba 35 referencias científicas, defendía la tesis de que las características del humo del tabaco contribuía a portar el virus a través del aire.
«Según la composición del humo del tabaco y el tamaño de sus partículas, es perfectamente posible y mucho más que probable que el virus se vehiculice más lejos de forma más permanente en el aerosol que forma el humo expirado por un fumador», expresaron.
La OMS recomienda prohibir el tabaco en lugares públicos
España ha dado un paso adelante con esta normativa que le coloca por delante de otras potencias europeas en materia de restricciones, sin embargo la Organización Mundial de la Salud (OMS) defiende estas restricciones desde hace tiempo con recomendaciones para todos sus países miembro.
El máximo organismo de control de la pandemia considera que no existe un «nivel seguro de exposición al humo de segunda mano» y por eso defiende que se restrinja su uso en los lugares públicos siempre que sea posible. La decisión abarca tanto el consumo de tabaco convencional como las pipas de agua o los cigarrillos electrónicos.
«La OMS recomienda que los países prohíban el tabaquismo en todos los lugares públicos interiores, y en otros lugares públicos siempre que sea posible», expresa la recomendación del organismo internacional. Una posición que apoya la medida de las terrazas de los bares.
Esta tesis también es defendida por las principales organizaciones médicas y científicas españolas que han dado su visto bueno al cambio de normativa en todas las comunidades autónomas. La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria también se ha alineado del lado del Ministerio de Sanidad con un documento oficial sobre su posicionamiento con respecto al consumo de tabaco.
Los médicos españoles explicaron que los aerosoles llegaban a transportarse hasta a ocho metros de distancia, lo que ponía en riesgo a los ciudadanos en una terraza. «Cuando se permite fumar o utilizar otros dispositivos susceptibles de liberar nicotina en una terraza, se pone en riesgo a las personas que se encuentran en ella, así como al propio fumador que, durante varios minutos, permanece expuesto a los aerosoles de otros sin mascarilla», reza su comunicado.
Los hosteleros consideran que no hay pruebas científicas sólidas
La falta de estudios internacionales más sólidos sobre la evidencia clara del contagio por parte de los fumadores en lugares abiertos ha despertado las críticas de los hosteleros. Algunas patronales como el Gremi de Restauració de Barcelona han solicitado por carta a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que dé marcha atrás en su propuesta de prohibición.
«No hay evidencia científica que confirme la transmisión directa del virus a través del humo del tabaco», han lamentado en la misiva, en l que indican que echan de menos que la iniciativa del Gobierno de Pedro Sánchez vaya acompañada de algún informe técnico que defienda la decisión.
Los hosteleros de Barcelona acusan a Darias de querer aprovechar la emergencia sanitaria de la Covid-19 para «legislar sobre cuestiones que no guardan relación» y advierten del riesgo económico que supondrá para bares y restaurantes.
En el último año se han destruido cerca de 250.000 puestos de trabajo en la hostelería, mientras que otros 250.000 trabajadores permanecen amparados bajo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con la duda de si podrán regresar definitivamente.
«El Ministerio de Sanidad debería hacerse cargo de la situación que están viviendo las miles y miles de familias que dependen de este sector», han recalvado.
Algunas comunidades ya han mostrado su rechazo a la nueva normativa. El propio secretario de Salud Pública de Cataluña ha cuestionado la necesidad de restringir el tabaco en las terrazas. «¿Prohibirlo? No. Limitarlo sí, en un espacio privado claramente», señaló Josep Maria Argimon en una entrevista en la Cadena SER.