¿Qué debería hacer Colau con el turismo en Barcelona?
Los expertos recomiendan evitar medidas extremas como el 'cerrojazo' de hoteles y explorar medidas barrio a barrio
El turismo ha alimentado parte del descontento ciudadano que aupará hoy a Ada Colau a la alcaldía de Barcelona con los votos de ERC (5), PSC (4) y uno de la CUP. La activista antidesahucios cuenta con 11 ediles, por delante de los 10 de CiU. Ante su investidura por mayoría absoluta, los expertos en hospitalidad llaman a que evite las soluciones «maximalistas» y le recomiendan trabajar barrio a barrio.
Jordi Ficapal, director del Observatorio de Turismo Responsable de la Facultat de Turismo Sant Ignasi de la URL, es uno de ellos. «¿Cómo se analiza cuánto turismo puede absorber Barcelona? No hay parámetros científicos. Sí que hay la sensación por parte de algunos ciudadanos de que hemos llegado a la capacidad total en ciertas zonas», valora.
Su tesis la abona Maria Abellanet, consejera delegada del Grupo CETT, escuela de management hotelero y turismo vinculada a la Universidad de Barcelona (UB). «Hay concentración en ciertas zonas y en ciertas épocas del año. Allí es donde las administraciones deberían actuar», tercia.
Flujos de visitantes
Los dos profesores nutren un punto medio entre los vecinos, que quieren paralizar los nuevos hoteles hasta que se defina el modelo turístico, y los hoteleros. «Le pediría a la nueva alcaldesa que se rodee de profesionales. Y que sea cauta: no podemos matar a una de las principales fuentes de riqueza del país», advierte Vicente Romero, presidente de la Asociación Española de Directores de Hotel (AEDH).
La voluntad de los hoteleros choca de frente con las demandas vecinales. «El modelo actual es insostenible. Reiteramos que, en ciertas zonas, no cabe un hotel o apartamento más», responde Lluís Rabell, presidente de la federación de vecinos FAVB.
Moratoria hotelera
Este último punto será la gran batalla de la legislatura que arranca el lunes. Colau ha hecho campaña pidiendo un ‘cerrojazo’ de nuevas aperturas de alojamientos turísticos hasta fijar los límites de la ciudad. ¿Es acertado? «Una moratoria a escala menor ya se probó en el distrito de Ciutat Vella. Sólo consiguió que se multiplicaran los pisos ilegales para turistas», recuerda Jordi Ficapal.
El precedente de poner límite a las nuevas licencias en el casco antiguo de Barcelona es potente. La doctora Abellanet lo juzga «realista», siempre que «sea para elaborar un plan director para fijar hacia donde avanza el turismo en Barcelona.
Cruceros
Además de los hoteles, la nueva alcaldesa, que tomará a la vara de alcalde con mayoría absoluta por los votos de PSC y ERC, debe afrontar la llegada masiva de cruceros. «Sí es cierto que los cruceristas hacen un uso intensivo de la ciudad. Pero existen medidas correctoras: cobrarles la tasa turística –ahora no la pagan–, diseñarles rutas a medidas o poner paneles informando de las colas en los principales monumentos».
«Los cruceros son uno de los ‘puntos calientes‘ de Barcelona. Aquí sí que hay que ordenar y, posiblemente, limitar», apunta Abellanet.
Una historia de éxito
A partir de hoy, Colau deberá gestionar una historia de éxito en Barcelona, cuya área de influencia recibió 27 millones de visitantes el año pasado. La nueva alcaldesa deberá valorar si toma medidas tajantes, o busca el consenso. Para forzar a la activista a caminar en esta dirección, los expertos ponen cifras: el turismo inyecta 20 millones de euros al día y da trabajo a 100.000 personas en Barcelona.
Encontrar el punto óptimo entre los intereses turísticos y las demandas vecinales no será fácil. Pero la situación, alegan los académicos, no es tan dramática: hay tiempo. «Barcelona no es Venecia, por mucho que lo diga The Economist. Venecia está saturada. Barcelona es un laboratorio. Y, como campo de pruebas, se pueden probar medidas correctoras para avanzar hacia el turismo sostenible», concluye el profesor Ficapal.