Puigneró no ve alternativa: «La cuestión ya no es si Robles dimitirá, sino cuándo dimitirá»
El sector independentista continúa en su batalla, ahora centralizada en la ministra de Defensa, tras el escándalo del espionaje a líderes independentistas
El vicepresidente del Govern y conseller de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, ha cargado este miércoles contra la ministra de Defensa, Margarita Robles, tras sus declaraciones en defensa del CNI y avalando el espionaje contra los independentistas afectados por el ‘catalangate’.
«La cuestión ya no es si la ministra dimitirá o no, sino cuándo dimitirá», ha afirmado Puigneró tras la reunión que ha mantenido en Nueva York junto a representantes de entidades de derechos humanos, a las que les ha trasladado las denuncias de espionaje en un intento por internacionalizar el caso.
En concreto, Puigneró se ha reunido con el secretario general del European Center for Constitutional and Human Rights, Wolfang Kaleck, con responsables de las organizaciones Acces Now, Electronic Frontier Foundation (EFF) y el Comité de Protección de los Periodistas.
Para Puigneró, Robles ha dejado claro que «contra el independentismo todo vale, incluso saltarse la democracia y vulnerar los derechos fundamentales de los ciudadanos de Cataluña».
No es la única crítica que la ministra de Defensa ha tenido que encajar en los últimos días, y es que el mismo presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, aseguraba esta misma tarde que Robles se encuentra «incapacitada políticamente para seguir» como ministra, así como incapaz también para gestionar «el peor escándalo de espionaje de las últimas décadas».
Por su parte, Robles protestaba esta mañana en el Congreso: ¿»Qué tiene que hacer un Estado, qué tiene que hacer un gobierno, cuando alguien vulnera la Constitución, cuando alguien declara la independencia, cuando alguien corta las vías publicas, realiza desordenes públicos, cuando alguien está teniendo relaciones con dirigentes políticos de un país que esta invadiendo Ucrania?».
Y es que hace tan solo unas semanas explotó el caso en el que el periódico The New Yorker afirmó que la compañía israelí NSO Group había monitorizado los teléfonos particulares de los afectados introduciendo en ellos un software espía llamado Pegasus. Se trata de un programa utilizado previamente por otros gobiernos para espiar a ciudadanos.
Desde entonces, las relaciones entre la Generalitat, con Pere Aragonès, una de las víctimas de esta presunta trama de espionaje, al frente, y el Gobierno, se han tornado gélidas. En múltiples casos desde el Govern han hecho alusión a la pérdida de confianza en el Gobierno e incluso han señalado al Estado como responsable.