Puigdemont tomará las calles si Aragonès frena la agenda independentista
El ex president buscará un pacto con Jordi Sànchez para "agitar las calles" con el Consell per la República y la ANC si ERC "se olvida" del referéndum.
La gran obsesión de Carles Puigdemont con este nuevo Govern es hacer útil el Consell per la República. El recién investido presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, no incluye a este organismo entre sus planes para gestionar la Generalitat.
Según ha podido saber Economía Digital, el ‘Plan B’ de Puigdemont es seguir alimentando la independencia de Cataluña en las calles si Aragonès frena su agenda. Puigdemont busca un pacto con Jordi Sànchez para agitar las calles a través del Consell y la ANC.
Puigdemont quiere hacer visible y útil el Consell per la República. Un organismo, no avalado, creado por el ex president para decidir la hoja de ruta de la independencia de Cataluña y comunicar el proyecto con acciones internacionales.
Puigdemont se ha comprometido a dar dos años de tiempo a ERC para intentar solucionar el ‘conflicto’ catalán mediante el diálogo con el Gobierno central. Pero nada ha prometido a los republicanos que desde fuera y gracias a su plataforma pueda seguir alimentando el conflicto en las calles de Barcelona.
Lo hará si observa que desde el Govern no se insiste ni se atiende a la agenda independentista. Esa que quiere llevar a todos los países al mantener la consejería de Acción Exterior.
Pero para ello, Puigdemont quiere contar con la complicidad de su escudero y fiel negociador del Govern, Jordi Sànchez. Su plataforma, la ANC, también estaría a favor de este plan con la intención de llevarlo más allá: forzar de nuevo otra DUI (declaración unilateral de independencia) en Cataluña. Así lo han transmitido fuentes cercanas a Economía Digital.
ERC y Junts no contemplan este mecanismo en su acuerdo de gobierno para cuatro años. Por ello y desde la asociación, critican este hecho y apuestan por continuar con la creación de una Ley de Independencia y seguir creando la red de «paradiplomacia» anunciada por Puigdemont con el apoyo del Consell per la República.
Acusa a sus socios de atacar el Consell
El ex president rompió su silencio este viernes en el estreno de Pere Aragonès como president de la Generalitat. Puigdemont hizo pública una carta interna a sus afiliados en la que lanzó varios dardos velados contra ERC: «las elecciones no las ganó ningún partido independentista».
El ex president rechaza haber querido «tutelar» al futuro Govern y acusa a «sectores del independentismo y a todo el unionismo» de algo que califica de narrativa «falsa e inmoral».
«Las personas que han estado a mi alrededor saben de la falsedad e inmoralidad de esta narrativa, de la falta absoluta de base», añade Puigdemont en su misiva y añade los dos objetivos de esta «mentira»: «debilitar Junts» y al Consell per la República, el ente privado que preside desde Waterloo y que los republicanos han señalado como el principal escollo en las negociaciones entre ERC y JxCat, además del motivo de la ruptura de las negociaciones.
«Y con él la legitimidad del 1 de octubre y de la declaración de independencia hecha en el Parlamento de Cataluña el día 27 de octubre de 2017», añade Puigdemont.
«He sido escrupuloso con mi compromiso de no generar ninguna distorsión que afectara los esfuerzos de los negociadores, o que sirve a los intereses de nuestros detractores en la construcción de su relato sobre las supuestas tutelas y otras manipulaciones», destacó en la misiva.
Entre las cosas que más le han dolido en este tiempo que Puigdemont ha permanecido en silencio ha sido «la desunión, que es una de las preocupaciones que más me quitan el sueño, sobre todo aquella desunión que ha sido trabajada a conciencia, la paga toda Cataluña y tiene efectos generalizados».
El ex president aprovechó la investidura de Aragonès para reconocer abiertamente las diferencias en el seno independentismo. Tras apelar al «respeto», la «confianza» y la «lealtad», para coser una unidad «tan difícil de conseguir como irrenunciable«, reclama que ni ningún acuerdo «ni la estrategia» del «procés» se basen en «la hegemonía de un determinado partido», advirtió.
Un aviso que hace tras confesar su ‘Plan B’ a los más cercanos, si ERC se «olvida» de la hoja de ruta independentista. Puigdemont asegura más tensión en las calles, mientras los republicanos confían en Sànchez para mantener el acuerdo firmado.