Puigdemont se compromete a volver el 4 de octubre a Cerdeña para declarar

Carles Puigdemont se ha comprometido a no huir de la Justicia italiana. El expresidente catalán ha afirmado que regresará en nueve días a Cerdeña para comparecer en la vista judicial que determinará su posible extradición a España, a pesar de que goza de libertad para moverse por Europa.

El líder de Junts se ha mostrado confiado en que los tribunales le darán la razón, tras la orden europea de detención que ha activado el Tribunal Supremo. «El 4 de octubre estoy citado en le Corte de Sassari y asistiré», ha expresado en una rueda de prensa organizada en la isla un día después de su excarcelación y traducida a varios idiomas.

Como el Tribunal de Apelación de Sassari no acordó ningún tipo de medida cautelar, el expresidente catalán abandonará mañana el país con rumbo a Bruselas para reanudar sus labores políticas como eurodiputado. «Tengo que continuar con mi actividad parlamentaria porque es mi responsabilidad», ha mantenido.

«Nunca nos rendiremos, continuaré viajando por Europa»

Carles Puigdemont, presidente de Junts.

Puigdemont regresará después a Cerdeña para intentar lograr una victoria judicial contra los jueces españoles. Su abogado ha explicado que la defensa se centrará en justificar que el expresidente tenía libertad de circulación de acuerdo a las indicaciones que dio el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) el pasado 30 de julio.

«Confiamos mucho en la Justicia italiana», ha afirmado su letrado, Gonzalo Boyé, que ha manifestado su compromiso por comparecer ante cualquier tribunal de un estado miembro de la Unión Europea.

A pesar de su confianza en la victoria judicial, la defensa de Puigdemont apelará el lunes o el martes al TGUE para solicitar medidas cautelarísimas que refuercen el derecho a la libre circulación del líder de Junts, antes de su comparecencia ante la Corte de Sassari.

Puigdemont apunta contra el Gobierno de España por su detención

Más allá de su estrategia judicial, Puigdemont también ha valorado su detención que se produjo en Italia, que se produjo una semana después de que visitase Francia para reunirse con varios diputados, sin que la policía tomase partido. Detrás de esta «operación boomerang», el líder de Junts ha advertido que está la mano del Gobierno de Pedro Sánchez.

El expresidente catalán ha relatado que observó a una persona que no formaba parte de la policía italiana grabando en vídeo su detención en el aeropuerto. «No soy yo el que lo digo. Pedro Sánchez dijo que se comprometía a entregarme a España», ha recordado.

Puigdemont ha insistido en que su detención responde a una persecución por parte del Estado contra su formación que precisamente se ha quedado fuera de la mesa de diálogo donde se debate el conflicto político de Cataluña. «Puede dar la sensación de que el Gobierno solo quiere dialogar con los que le dan soporte parlamentario», ha enfatizado, aludiendo a Esquerra.

El independentismo exhibe unidad en Cerdeña

A pesar de las críticas por la ausencia de Junts en la mesa de diálogo, la detención de Puigdemont ha permitido a las fuerzas independentistas mostrar a la opinión pública una imagen de unidad, tras semanas marcadas por la tensión entre los dos socios de gobierno. Este acercamiento lo ha escenificado Pere Aragonès con su visita a Cerdeña para ofrecer apoyo al expresidente.

El propio Puigdemont le ha dado las gracias en público por su gesto tras la reunión que han mantenido en tierras italianas. «Quiero agradecer el esfuerzo del presidente Aragonès de venir aquí. Creo que dignifica la figura de la presidencia de la Generalitat que hemos compartido», ha expresado.

Antes del encuentro tanto Aragonès como el vicepresidente Jordi Puigneró han tenido unas breves palabras con la prensa, en las que han vuelto a insistir en la exigencia de que la Justicia española retire las euroórdenes que ha solicitado, mientras que se han conjurado bajo el mantra de la amnistía y la autodeterminación. «Que pueda volver a Cataluña como un ciudadano libre», ha relatado el líder de ERC.