Puigdemont recupera a su mejor amigo en Waterloo
'Jami' Matamala pierde el aforamiento como senador tras la disolución de las Cortes y huye a Bélgica, adonde estuvo durante un año y medio
El que fue la sombra de Carles Puigdemont durante un año y medio desde su huida, su mejor amigo ‘Jami’ Matamala ha huido a Waterloo (Bélgica). Matamala acompañó a Puigdemont en su huida de la justicia española y permaneció a su lado hasta el pasado mes de mayo, cuando emprendió el viaje de vuelta a Barcelona después de conseguir su credencial como senador (fue número 1 de Junts per Catalunya por Girona en las elecciones del 28 de abril).
Al disolverse las Cortes y perder su aforamiento, Matamala ha optado por volver a Waterloo, puesto que teme la acción de la justicia española. Según su hija Neus, el viaje de vuelta a Bélgica se realizó el pasado sábado en coche.
Cabe recordar que en marzo de 2018 la Audiencia Nacional dictó una orden de detención contra Matamala por encubrimiento a Puigdemont, ya que es quien viajaba a su lado en el vehículo cuando fue detenido en Alemania. Aquella causa fue archivada en un principio, pero hace ocho meses se reabrió a instancias de la fiscalía.
El senador al servicio de Puigdemont
Matamala repetirá, con toda probabilidad, en las listas de Junts per Catalunya. Así lo dio a entender el propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, en un mensaje de apoyo a su hija Neus, que fue quien comunicó la marcha de su padre. «Volveremos a traer a Jami a casa», aseguró Torra.
El mejor amigo de Puigdemont tiene una empresa dedicada a la organización de actos especializada en eventos gastronómicos. Su sociedad, Incatis, de la que Matamala es administrador único, facturó en 2016 unos 800.000 euros. Antes de dedicarse a la política, Puigdemont trabajó en una de sus empresas.
Matamala se dedicó a la política durante ocho años, entre 1987 y 1995, cuando fue concejal de CiU en el Ayuntamiento de Girona. Es decir, varios años antes de que Puigdemont se lanzara a la carrera política y se conviritera en alcalde de Girona.
Durante el año y medio que compartieron, Matamala asumió todo tipo de tareas al servicio del líder huido. Le acompañó en todos sus desplazamientos por Europa, se encargó de formalizar el contrato de su casa en Waterloo y le prestó ayuda logística (y económica) de todo tipo. A todos estos favores atribuyen en el Pdecat su premio como senador.