Puigdemont prepara una nueva ofensiva contra Borrell por compararlo con Zelinski
Puigdemont aprovecha la comparación hecha por el alto representante de la acción exterior en la Unión Europea para arremeter contra uno de los mayores enemigos del procés independentista
La respuesta de Josep Borrell donde se ha interpretado que hablaba de Carles Puigdemont en plena invasiĂłn rusa de Ucrania ha venido como anillo al dedo al huido, que ha aprovechado para arremeter contra el alto representante de la AcciĂłn Exterior en la UniĂłn Europea y alimentar la campaña de desprestigio independentista contra el histĂłrico dirigente socialista, crĂtico con el independentismo.
Una situaciĂłn que le da a Puigdemont la posibilidad de dar una imagen de cierto distanciamiento del ala más radical del independentismo, que establece paralelismos entre la invasiĂłn rusa de Ucrania y la situaciĂłn polĂtica de Cataluña, y que querrĂa una respuesta armada en un eventual futuro conflicto con el resto de España.
«Mi compromiso entonces y ahora fue prevenir todo estallido de violencia, porque mientras dura puede generar una falsa euforia pero el pĂłsito que deja envenena generaciones. He estado criticado por eso desde sectores independentistas, pero no me pensaba que lo serĂa por Josep Borrell», ha defendido el prĂłfugo a travĂ©s de Twitter.
Borrell: «Zelenski no es el tipo de lĂder que huyĂł escondido en un coche»
Puigdemont puede, de este modo, aprovechar las declaraciones de Borrell hablando de Puigdemont donde asegura que Zelenski «no es el tipo de lĂder que huyĂł escondido un coche» para blanquearse. El independentismo ha protagonizado estallidos de violencia social en los Ăşltimos años, como tras las protestas por las sentencias a los lĂderes condenados por sediciĂłn.
«No me parecĂa que entonces el presidente del Consejo Europeo pidiera que convirtiĂ©ramos Barcelona en Kiev. ÂżO se trataba de eso?», ha insinuado Puigdemont a travĂ©s de su retahĂla de tuits contra el alto cargo europeo. Además, pese al cargo de responsabilidad que ocupa Borrell y la nula incidencia del independentismo, cree que «evita que perdamos oportunidades».
El independentismo siempre ha considerado a Josep Borrell, uno de los catalanes más beligerantes contra las aspiraciones secesionistas, un adversario a abatir. Durante su época como ministro de exteriores de Pedro Sánchez tuvo varios encontronazos con la administración catalana, y también con los ERC y Junts en el Congreso.
La partida a su cargo actual fue vista como una concesiĂłn del PSOE al independentismo y, concretamente, a ERC. Borrell aspiraba a seguir en el ministerio, algo muy complicado en la etapa de diálogo con la Generalitat que los socialistas tenĂan que abrir si querĂan asegurarse el apoyo republicano a su investidura.
Junts pide echar a Borrell de su cargo en la UE
Junts no le ha dejado tranquilo desde entonces, y la guerra de Ucrania ha sido la enĂ©sima excusa para volver a atacarle, puesto que ha pedido que se revise el «rol» de Josep Borrell en la UniĂłn Europea una vez que se haya resuelto la guerra. La portavoz del partido de Puigdemont, Elsa Artadi, ha asegurado que, cuando «esto pase, se deberĂa revisar su papel» comunitario.
La dirigente ha asegurado que su formaciĂłn rechaza la guerra como fĂłrmula para resolver conflictos. Además, ha cerrado filas con el paquete de sanciones «sin precedentes» impuesto por la UniĂłn Europea a Rusia y toda la polĂtica llevada a cabo por los 27, aunque han dejado entrever su incomodidad con la suspensiĂłn de Russia Today.
Con sus afirmaciones, Borrell da protagonismo a un independentismo que habĂa quedado al margen del foco mediático tras la crisis de Ucrania y que hasta ahora habĂa sido duramente criticado por hacer comparaciones de la situaciĂłn ucraniana con la catalana. Junqueras llegĂł a decir que ambos sufrĂan «la agresiĂłn de un estado exterior».
«¿QuĂ© harĂa Ucrania encantada si tuviera la oportunidad? Sentarse en una mesa de negociaciĂłn. ÂżY cuál es el problema de la mesa de negociaciĂłn, quĂ© los ucranianos no se quieren sentar o que hay una agresiĂłn exterior por parte de un Estado que quiere imponerse y que está condicionado por sus condiciones autoritarias internas?», defendiĂł Junqueras.