Puigdemont podrá gozar de libertad de movimiento durante seis meses más
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea tiene seis meses para responder a la cuestión prejudicial que presentó el juez Pablo Llarena, por lo que, de momento, Puigdemont gozará de libertad de movimiento
Desde este martes Carles Puigdemont ya no goza de inmunidad. El escudo que le blindaba especial protección por ser eurodiputado deja de funcionar. Pero ¿y ahora qué? El resultado de la votación del Parlamento Europeo, por la que el expresident ha perdido sus privilegios con casi dos tercios de la cámara a favor, abre la puerta a que sea entregado a España para ser juzgado por sedición y malversación. Sin embargo, pueden pasar hasta seis meses hasta que esto ocurra.
En el momento en el que el líder independentista perdió su inmunidad, junto los exconsellers Toni Comín y Clara Ponsatí, la decisión de que sea entregado a España queda en manos de la justicia belga. Pero los antecedentes no son favorables: Bélgica ya denegó la extradición del exconseller Lluís Puig, quien también huyó a territorio belga, y tuvo que ser reclamado por el Tribunal Supremo. En este caso, Puig carecía del respaldo de la Eurocámara.
Para no chocar con los tribunales belgas, nada más conocer la decisión en Bruselas el juez instructor de la Audiencia Nacional, Pablo Llarena, presentó una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) para que se pronuncie sobre las posibilidades de emitir una nueva euroorden y de que esta prospere. Y hasta que este organismo se pronuncie pueden pasar hasta seis meses en los que Puigdemont gozará de libertad de movimientos, según ha informado El Confidencial.
El juez instructor critica a Bélgica en el auto por haber generado un clima de “desconfianza”. Mal se confía en el sistema penal y procesal de otro Estado, si lo primero que se pretende por el Estado de ejecución es poner en duda su competencia para emitir un instrumento de cooperación basado, precisamente, en la confianza y cooperación recíproca», asegura el documento.
A la espera de la justicia belga
Una vez enviada esta cuestión prejudicial toca esperar. En primer lugar, hay que ver cuáles son los pasos a seguir de la justicia belga. Si el país deniega la entrega de los líderes independentistas huidos, Llarena todavía tendría la opción de intentar lanzar una nueva euroorden cuando conteste la Unión Europea a su auto y responda a las siete preguntas que planteó.
El magistrado español se prepara para esta opción tal y como se puede comprobar en la última cuestión del documento: si el derecho europeo ampararía que se emitiera una nueva euroorden contra una misma persona y ante el mismo país que ya ha rechazado una anterior.