Puigdemont negoció con Rusia el suministro energético para una Cataluña independiente
El asesor principal del expresident catalán, Josep Lluis Alay, declaró este viernes que el viaje a Rusia tuvo como objetivo abordar asuntos para la "creación de un Estado independiente"
El Govern de Carles Puigdemont buscó el apoyo de Rusia para llevar a cabo el proceso de independencia. Un informe de inteligencia europeo confirma las conexiones y el propio asesor principal del expresident catalán, Josep Lluis Alay, lo reconoció este viernes.
En la primavera de 2019, Alay viajó a Moscú y este viaje tuvo, entre otros objetivos, abordar asuntos que interesaran a Cataluña para la «creación de un Estado independiente», explicó Alay anoche en declaraciones al canal de televisión 3/24. Y, según señaló, entre otras cuestiones abordaron «las necesidades energéticas puede tener Cataluña en un futuro». «No es ningún delito», apostilló.
De hecho, un informe de la Guardia Civil al que ha tenido acceso El Confidencial apunta que «han escogido a Alexander Dimitrenko, al que califica como nuestro contacto allí, refiriéndose a Rusia, y del que dice que les ha abierto y sigue haciéndolo, muchas puertas en temas importantes de energía, para que nos llegue en un futuro muy cercano desde allí (Rusia)».
Dmitrenko es un empresario ruso que vive en Cataluñay que, según el Ministerio de Justicia, es colaborador del servicio secreto ruso que opera en España. Las conversaciones entre él y Alay están siendo analizadas ante la sospecha de que Rusia pudo participar en el procés.
Alay justifica su viaje a Rusia para conseguir entrevistas en medios
El asesor del expresident explicó que la idea principal de su visita a Rusia era preparar una conferencia de Puigdemont allí. «Fue invitado por un medio de comunicación muy importante del país, , aunque finalmente no pudo viajar», argumentó.
Pero eso no quita que Alay aprovechara el desplazamiento para hacer otros contactos que, según aseveró, fueron con «medios de comunicación rusos para intentar conseguir entrevistas». Algunas de ellas se llevaron a cabo.
Sin embargo, según el documento europeo, al que ha tenido acceso The New York Times, Alay, se reunió por aquel entonces con funcionarios rusos, exoficiales de inteligencia y el nieto de un maestro de espías de la KGB para asegurar la ayuda de Rusia en el proceso separatista.
Los documentos confidenciales a los que ha tenido acceso el citado diario indican que la relación con Rusia fue más allá de un mero encuentro diplomático. Los funcionarios con los que el asesor del expresident mantuvo encuentros estaban involucrados en una guerra híbrida del Gobierno ruso contra occidente.
Para el Kremlin, el apoyo a los independentistas era una estrategia para provocar divisiones en Occidente. Los de Vladimir Putin no solo se acercaron a Cataluña, sino que también ofrecieron su ayuda a partidos de extrema derecha españoles, según el informe europeo. Y lo mismo ocurrió en Italia, donde según unas grabaciones de audio, los rusos quisieron financiar al partido ultraderechista La Liga.
Pese a ello, Alay no desaprovechó la oportunidad de alabar a su socio internacional delante de las cámaras. «A Rusia la tratamos como una gran potencia mundial, muy importante. Rusia es una potencia europea», aseveró.
Puigdemont y Alay critican las filtraciones de mensajes
El asesor del Govern también arremetió en la entrevista contra las filtraciones de mensajes privados extraídos de sus teléfonos móviles. «Se han obtenido probablemente de una forma fraudulenta cuando el caso estaba bajo secreto de sumario», criticó.
«No es propio de un Estado de Derecho. ¿Cómo podemos criticar a Rusia viviendo en un Estado en el que estamos viviendo en este momento? ¿Qué es esta hipocresía?», concluyó.
«Se han obtenido probablemente de una forma fraudulenta cuando el caso estaba bajo secreto de sumario»
Josep Lluis Alay
También la oficina del expresident huido, instalada en Barcelona, acusó al Estado Español de filtrar las conversaciones privadas y aseguran que estudian acciones legales.
“La revelación de conversaciones privadas, que no tienen nada que ver con un delito, es un instrumento más de la guerra sucia que el Estado Español practica contra Cataluña, con el intento antidemocrático de liquidar un movimiento legítimo, legal y democrático que cuenta con el 52% de voto popular en las últimas elecciones nacionales catalanas”, explicó a través de un comunicado.