Puigdemont mantendrá su tren de vida con donaciones
El expresidente catalán, que vuelve el sábado a Waterloo para coordinar el Consejo de la República, atribuye sus ingresos a donaciones que no precisa
Resuelto finalmente el enigma sobre si Carles Puigdemont seguía cobrando o no como diputado, queda otro: cómo se seguirá financiando el expresidente catalán, ahora que el Parlament ha dejado de pagarle su sueldo de 2.800 euros brutos mensuales. A Puigdemont le han preguntado sobre el asunto en la rueda de prensa que ha dado este miércoles en Alemania y ha dado a entender que vivirá de la solidaridad de otros.
“Tengo ayuda de mucha gente en Cataluña que incluso antes del 1-O están solidarizándose con los derechos colectivos de los catalanes. Si hemos llegado hasta aquí no ha sido por nuestros salarios”, ha zanjado Puigdemont en su primera comparecencia pública tras la retirada de la euroorden contra él, y la última antes de su regreso, este sábado, a Bélgica.
Su sueldo como diputado era una de las patas sobre las que se asentaba hasta ahora la financiación de sus gastos
Su sueldo como diputado -como también sucede en el caso del exconseller Toni Comín– era una de las patas sobre las que se asentaba hasta ahora la financiación de sus gastos desde que el expresident se fue al extranjero, incluido el alquiler de 4.400 euros mensuales de la casa en Waterloo en la que se instaló antes de ser detenido en Alemania, y que también hará las veces del futuro Consejo de la República, el organismo paradiplomático que, liderado por el propio Puigdemont, asumirá la tarea de difusión internacional de la causa independentista.
Aportaciones voluntarias
El Pdecat asume los gastos legales que comporta la defensa jurídica del expresident, pero del resto, solo se sabe que procede de donaciones privadas. Por un lado, de afines a la causa independentista, entre los cuales, el empresario y amigo íntimo de Puigdemont Josep Maria Matamala, y también altos cargos de la Generalitat que han hecho aportaciones voluntarias.
Se desconoce el peso de cada una de esas fuentes de ingresos en la financiación de los gastos del expresident
Además, una entidad independentista, la Asociación Catalana para la Defensa de los Derechos Civiles, abrió hace meses un proceso de recaudación de fondos para ayudar tanto a Puigdemont y a los exconsellers huidos como los que se encuentran en prisión preventiva.
Lo que se desconoce es el peso de cada una de esas fuentes de ingresos en la financiación de los gastos del expresident, ni como se compensará a partir de ahora la pérdida del sueldo del Parlament. En marzo, tanto el Pdecat como el entorno del president decían trabajar en un plan para dar a conocer al detalle esa financiación para así «evitar suspicacias», según publicó El País. Pero, por ahora, ese detalle sigue sin trascender.
Sin sueldo de expresidente
El gobierno de Quim Torra, que ya había negado que la Generalitat destine ni un euro de dinero público a financiar a Puigdemont, ha precisado esta misma semana que, pese a que ya no cobre como diputado, seguirá sin cobrar el sueldo asignado a los expresidentes de la Generalitat porque es incompatible con el mantenimiento de un cargo público, y Puigdemont no ha perdido el escaño, porque la suspensió es una medida temporal, no definitiva.
También sigue sin concretar cómo se financiará el Consell de la República o «espacio libre de Bruselas», como también lo denomina el ejecutivo catalán, ni el detalle de su operativa. Puigdemont, que vuelve el sábado a Waterloo para retomar allí su actividad política y ese mismo día mantendrá una primera reunión con Torra, parte de su ejecutivo y miembros del grupo parlamentario de Junts per Catalunya (JpC).
Planes de viaje
El expresident sí ha dicho que tiene previsto volver a Alemania para atender diversas «invitaciones», y que, «en la medida que pueda», piensa viajar para atender también las que ha recibido provenientes de varios países europeos, que no ha precisado.
Puigdemont se ha permitido incluso ironizar sobre su capacidad para moverse por Europa y un eventual retorno a Cataluña, complicado porque si pone un pie en España puede ser detenido al instante, al menos, hasta que, a los 20 años, prescriba el delito de rebelión que le imputa el juez Pablo Llarena.
«No sé si voy a tardar 20 años en pisar suelo español; lo que sí sé es que no voy a tardar 20 años en pisar suelo catalán», ha dicho, para luego precisar que podría hacerlo «hoy mismo» siempre que se circunscribiera al departamento francés de Pirineos Orientales, la también llamada «Catalunya Nord». «Sería la parte del actual estado francés, pero no dejaría de ser Cataluña.
Puigdemont se hace el sueco con el Pdecat
Puigdemont también se ha hecho el sueco al ser preguntado sobre una eventual retirada del apoyo del Pdecat al PSOE en las votaciones sobre la dirección de RTVE y el techo de gasto. «Desconozco la política del grupo parlamentario del Pdecat, partido en el que no tengo responsabilidades», ha alegado, pese a haber conseguido fulminar a la ya excoordinadora general Marta Pascal y asumir el control del Pdecat en el cónclave del pasado fin de semana.
Con respecto a la relación entre la Generalitat y el gobierno de Pedro Sánchez, Puigdemont se ha ceñido al guión del Govern. Con la llegada del PSOE a la Moncloa, ha admitido, «ha habido un cambio de estilo, de clima y de lenguaje, y la entrevista entre Torra y Sánchez sirvió para exponer de forma respetuosa los puntos de vista de los dos gobiernos, pero ahora tiene que venir el teimpo no de los gestos, sino de los hechos», ha zanjado.