Puigdemont saca jugo a la cárcel de Junqueras
Puigdemont aprovecha que Junqueras está en la cárcel y ERC no encuentra a un recambio para hacerse omnipresente y erigirse como el gran líder independentista
Carles Puigdemont es el candidato omnipresente. El plasma le permite pronunciar cada día, desde Bruselas, diversos mítines, que Junts per Catalunya (JPC) difunde en sus actos electorales. Además, sus servicios de prensa distribuyen comunicados en los que desgrana opiniones y promesas electorales. Este miércoles lanzaba sus propuestas sobre pymes y la industria 4.0. Si se pudiera pasear por Cataluña sin temor a ser detenido, no tendría ni mucho menos esta presencia entre sus posibles votantes. Todo gracias al plasma. En los actos de campaña colocan una pantalla para ver y escuchar al que todavía llaman president.
Puigdemont casi ha atrapado a Oriol Junqueras en las encuestas. Hace dos meses, les separaban unos veinte escaños. Ahora están técnicamente empatados. En ERC reconocen que están pagando que su candidato a presidente de la Generalitat siga preso. Desde su celda de Estremera (Madrid), Junqueras no puede hacer campaña. No tiene plasma ni serían creíble que se emitieran constantes comunicados con sus declaraciones. Sólo escribe artículos y aparecen comentarios en Twitter.
ERC esconde a Marta Rovira para poner el foco sobre los exconsejeros Raül Romeva y Carles Mundó
El encarcelamiento de Junqueras es un claro freno a las opciones de victoria de ERC. Precisamente, su situación de cárcel provisional ha abierto un debate interno sobre quién debería ser el candidato del partido en el hipotético caso de que pudieran presidir el nuevo gobierno de la Generalitat. Antes de la campaña, el mismo Junqueras dijo que sería Marta Rovira, pero la imagen pública de la secretaria general no es la mejor. Después de su derrota en el duelo televisado con Inés Arrimadas emitido por Sálvados, ERC no la ha enviado a ningún debate entre candidatos a presidente de la Generalitat.
Curiosamente, en Junts per Catalunya no se ha abierto ningún debate sobre candidatos alternativos a Puigdemont. Para abortar la sucesión, Puigdemont ha anunciado que regresará para la investidura aunque le detengan. En su entorno insisten en que el gobierno español no se puede permitir encerrar a un presidente electo porque la presión internacional sería feroz. Jugarán está carta hasta el final. Les da votos, que precisamente quitan de ERC.
El antecedente de Juan Carlos Yoldi
En realidad, la situación de Puigdemont y Junqueras es parecida. Si el primero regresa, será detenido, aunque los dos podrían participar en el debate de investidura. En la jurisprudencia está el antecedente de Juan Carlos Yoldi, encarcelado por colaboración con ETA, al que los tribunales permitieron salir de la cárcel en 1987 para que disputara en representación de Herri Batasuna la investidura a José Antonio Ardanza.
Sobre esta cuestión, fuentes republicanas indican que a Puigdemont y Junqueras seguramente se les permitiría participar en las sesiones de investidura, pero no les dejarían gobernar. Por lo tanto, cuando se abran negociaciones para formar gobierno, deberán poner otros nombres sobre la mesa.
Este melón no se abrirá hasta después del 21-D. De momento, Junts per Catalunya no quiere saber nada de otro candidato que no sea Puigdemont. Cierran filas entorno a él. Desde ERC, el diputado Joan Tardà también recuerda que su candidato es Junqueras, pese a que fue precisamente este último quien lanzó el nombre de Rovira. Los estrategas republicanos han apartado a su secretaria general para dar más protagonismo a los exconsejeros Raül Romeva y Carles Mundó, que abandonaron Estremera antes de iniciar la campaña.
Entre los republicanos se apunta el nombre de Mundó como posible alternativa, pero su situación legal es compleja. En esta misma situación se puede encontrar Rovira, sobre la que el juez Pablo Llarena ha ordenado a la Guardia Civil que determine su participación en los preparativos del referéndum del 1-O. Sorprendentemente, el baile de nombres sobre candidatos alternativos sólo afecta a los republicanos. Junts per Catalunya lo ha obviado. Saben que Puigdemont es la única carta que les puede situar por delante de los que hasta ahora eran sus socios.