Puigdemont fuerza a su grupo a cambiar de criterio sobre la investidura
El representante de Junts per Catalunya en la Mesa del Parlament defendía investir a Puigdemont sólo si era de forma efectiva y sin guiarse por la confrontación
Carles Puigdemont ha conseguido que las voces discordantes de Junts per Catalunya (JpC) con su estrategia se expresen únicamente de forma privada. Desde que salió de la cárcel de Neumünster, Puigdemont ha multiplicado su ascendencia sobre JpC para disgusto del Pdecat, que preferiría guiar los movimientos del soberanismo de forma más realista, sin un continuo pulso a las instituciones del Estado.
Inlcuso los dirigentes de JpC con un perfil supuestamente más institucional como el secretario primero de la Mesa del Parlament, Eusebi Campdepadrós, han tenido que corregir su postura conforme los deseos de Puigdemont se han ido abriendo paso.
Las voces de JpC discordantes con Puigdemont sólo se expresan en privado
Hasta hace muy poco tiempo, Campdepadrós era escéptico con la investidura de Puigdemont y defendía que sólo debería llevarse a cabo si realmente se daban las condiciones para que tuviera validez. «La haremos cuando tengamos la ventana de oportunidad para que sea una investidura efectiva», afirmaba el secretario primero de la Mesa.
El mismo Campdepadrós se desmarcó de los que querían forzar la situación con la elección del líder huido a Bruselas, cayera quien cayera. «Hay quienes utilizan esto de una investidura de cualquier manera para sus finalidades políticas legítimas pero partiendo de una estrategia de confrontación con el estado que exactamente no compartimos», llegó a decir.
Cambio de discurso
Pero el dirigente de Junts per Catalunya ha cambiado ahora de discurso con la misma agilidad con la que cambió de partido. Cabe recordar en este punto que Campdepadrós se presentó a las primarias de ERC para ser el cabeza de lista por Tarragona de estas últimas elecciones catalanes, pero perdió. Apenas una semana después, fue designado sorprendentemente como cabeza de lista de JpC por la misma demarcación.
«La preocupación en estos momentos va un poco más allá de la cuestión de nombres porque nombres hay muchos, pero lo que no podemos aceptar es que todos vayan desfilando por la cárcel», dice ahora Campepadrós. «Quizá no todo el mundo está dispuesto a ser candidato para ir a prisión», argumenta siguiendo el guión de Puigdemont, que es partidario de no activar en estos momentos el plan D sino de fijar la imagen de tres candidatos que no han conseguido consumar su investidura debido a la oposición de las instituciones del Estado. La fase previa a unas elecciones, vaya.