Puertas adentro del Palau de la Generalitat: la forma de despachar de Torra
Torra evita el enfrentamiento directo con sus adversarios y abre las puertas de la reunión a los gabinetes de los dirigentes catalanes
Quienes han participado en la ronda de entrevistas impulsada por Quim Torra con los líderes políticos catalanes coinciden en un aspecto: con él nunca faltan paños calientes. Desde el pasado viernes, cuando abrió la ronda con Miquel Iceta (PSC), el presidente de la Generalitat se ha empleado a fondo en templar los ánimos.
Se desconoce todavía si su objetivo es desmontar la acusación de «intolerante» que propiciaron sus polémicos artículos, tachados de «xenófobos», o si su propósito es rebajar al máximo la tensión política en Cataluña para intentar abrir el terreno de juego, ahora que ya sabe que con la CUP tan siquiera va a poder aprobar los presupuestos.
Torra, sin mayoría suficiente en el Parlament, intenta abrir el terreno de juego
También hay un acuerdo en que su forma de despachar ha cambiado enormemente respecto a la de Carles Puigdemont. El expresidente de la Generalitat tenía fama de gobernar prácticamente en solitario, de apoyarse únicamente en un estrecho reducido equipo de colaboradores y de cuidar poco su relación con la oposición.
Torra, que no usa el despacho oficial del presidente de la Generalitat, intenta involucrar al reducido equipo que ha heredado de Puigdemont. A lo largo de la ronda de entrevistas, Torra ha empleado la sala Torres Garcia del Palau de la Generalitat, un espacio que ha abierto a los colaboradores de los líderes catalanes con los que se ha entrevistado, un gesto inédito en otro tiempo.
«No es un político»
El sustituto de Puigdemont ha evitado el enfrentamiento directo con sus principales adversarios. Con la cortesía ha querido esquivar el conflicto, aunque los problemas políticos no han desaparecido.
Los líderes que han ido desfilando por la sala Torres Garcia han ido con propuestas bajo el brazo. A ninguna, o casi ninguna, se ha negado en redondo. Aparentemente, de todo se puede hablar a riesgo de que todo, o casi todo, quede en el aire. «Siempre escucha antes de tomar decisiones», defiende el entorno del president.
«Siempre escucha antes de tomar decisiones», defiende el entorno de Torra
Los dirigentes de la oposición tienen una opinión más suspicaz. Conceden que las formas de Torra ayudan a mejorar las relaciones políticas, pero sospechan que detrás de tantas buenas palabras hay cierto «amateurismo». «No es un político, no parece un político y no habla como un político», dicen quienes lo han tratado a lo largo de los últimos días.
Este martes prosigue la ronda de Torra. Es el turno de los socios: del Pdecat y de ERC. Llega la hora de saber qué promesas reserva para ellos.