PSOE y PSC aguantan la tensión tras las detenciones en la Generalitat

Miquel Iceta y Pedro Sánchez mantienen el apoyo a Mariano Rajoy tras las detenciones de altos cargos de la Generalitat

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Sencillamente ha ocurrido lo que tenía que pasar. El Estado democrático es un entramado complejo, con un ADN de 500 años, que gobernó buena parte del mundo «donde no se ponía el sol», cuya inercia le impide, sobre todo, hacer el ridículo. Se trata no solo de hacer cumplir la ley, sino de que no se le pierda el respeto.

SE ACABA EL JUEGO DEL RATÓN Y EL GATO. De un plumazo, la maquinaria judicial ha succionado la logística imprescindible para celebrar el referéndum. Sin papeletas, sin censo, sin vocales designados para las mesas, lo que ocurra el 1 de octubre (1-O) no resistirá la prueba del algodón de una consulta que pretenda la más mínima legitimidad.

La salida del Govern es la victimización y el traslado de la protesta a la calle. Carles Puigdemont, rodeado de su plana mayor, ha definido a España como un «Estado totalitario», que vulnera la Constitución y las garantías. De repente se han dado cuenta de que lo que está previsto en la ley funciona, y se escandalizan de ello.

La plana mayor del secesionismo ha llamado a la ocupación de las calles. Y enseguida ha tenido adhesiones. La Guardia Civil, protegida por los Mossos d’Esquadra, no ha perdido los nervios cuando era acosada por los manifestantes. El Ministro de Interior ha ordenado una impresionante movilización de fuerzas hacia Cataluña en los próximos días, consciente de que para evitar conflictos las fuerzas de seguridad tienen que ser suficientes.

PSOE y Ciudadanos apoyan al Gobierno

El Gobierno sigue contando con el apoyo leal del PSOE y de Ciudadanos. Podemos, con un ejercicio floral de argumentos contradictorios, se sitúa al lado de los sediciosos y habla de «Estado de excepción». Para colmo habla de «presos políticos». Los que no ve en Venezuela están en Barcelona. Pablo Iglesias y Ada Colau dejan al  PSOE y al PSC el monopolio en la izquierda de la defensa del estado de derecho.

RIVERA NO SE LO PONE FÁCIL A SÁNCHEZ. La primera torpeza, inmediatamente después de las sesiones secesionistas en el Parlament, con el anuncio de una moción de censura, sin avisar, que fue lógicamente rechazada por el PSOE y también por el Partido Popular.

La segunda, este mismo martes, con una acción parlamentaria de apoyo al Gobierno que ni siquiera quiso admitir una enmienda del PSOE. El PSOE decidió votar en contra, escenificando la primera tensión en el bloque constitucional.

¿Aguantará el PSOE, y sobre todo el PSC, las tensiones inevitables de los próximos días?

En el fondo, el independentismo está haciendo un favor al PSC con los ataques sus alcaldes. Como Ciudadanos y PP apenas tienen alcaldes, el protagonismo del PSC les sitúa como héroes de la Constitución, como los «últimos de Filipinas» del Estado de derecho en Cataluña. Una referencia crucial en el universo de la mayoría o gran minoría aplastada por el sectarismo secesionista.

Quienes están cerca de Miquel Iceta afirman que se está creciendo con el castigo. Que está dispuesto a apostar fuerte en el espacio que le ha tocado ocupar. Responsabilidad y calma ante la prueba más fuerte a la que se enfrentará en su vida política.

Catorce altos cargos del Guvern, el estado mayor del referéndum, están detenidos. Diez millones de papeletas incautadas, al igual que las notificaciones que tenían que haber recibido los componentes de las mesas electorales. Solo les queda organizar la consulta en Facebook.

Nada que hacer hasta el día 1-O que aplicar la ley con rigor, inteligencia y de forma proporcional pero sin complejos. Tensión acumulativa en la que los sediciosos también tendrán que medir sus respuestas con la vista puesta en la batalla de comunicación internacional. Si quieren de verdad negociar, tendrían que desconvocar el referéndum (¿se puede a la vez desafiar al Estado y negociar?).

Un dato relevante

Después de su comparecencia para realizar una declaración institucional sobre las actuaciones judiciales, Puigdemont ha realizado un remake en inglés y otro en francés. Todo un presidente de la futura republica catalana que se traduce a sí mismo.

Otro hecho relevante

A lo largo de la jornada, durante el acoso de los manifestantes a la Guardia Civil que realizaba las operaciones de registro y las detenciones, Mossos d’Esquadra protegían de hecho a los guardias civiles.

La Generalitat, en su lógica de desobediencia e incumplimiento de la ley, no se atreve a decretar la rebelión de la policía autónoma, y se produce el contrasentido de que los mismos que cargan contra el estado de derecho permiten que «su policía» se alinee con las que considera fuerzas de ocupación.

A la vista de la situación actual, lo lógico es que el Gobierno termine aplicando el artículo 155 para intervenir formalmente la autonomía catalana de forma gradual. Ese camino conduce a que los tribunales inhabiliten a los principales actores del desafío democrático.

Y al final de ese túnel, no habrá otra salida que el Gobierno convoque elecciones anticipadas. En ese momento, el reloj se pondría a cero y habría que empezar a buscar un diálogo para coser el mayor roto de la historia moderna de España.

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