El PSOE vende la agenda social del Gobierno sin acuerdo con Podemos
Unidas Podemos planta cara a Sánchez midiendo este martes sus apoyos a la reforma laboral que Díaz presentará en el Congreso
El Gobierno vende con triunfalismo el comienzo del curso político. En el Ejecutivo dan por hecho que el Congreso dará luz verde a todas las medidas de la agenda social pactada con Podemos y que la legislatura durará hasta 2023 porque se aprobarán los Presupuestos. Pero nada más lejos de la realidad porque las tensiones entre los socios de gobierno continúan.
Para el PSOE la nueva temporada política es «apasionante». Fuentes de la formación comentan estos días a los periodistas que, prácticamente, tienen «encarrilados» todos estos meses por delante y comentan aliviados que también han superado el «bache catalán», en referencia a la primera reunión de la mesa de diálogo, cuyo contenido nada se sabe.
Los socialistas venden gestión como «la rapidez de actuación» con la erupción del volcán en La Palma. «El presidente se desplazó hasta allí esa misma noche», explican. A pesar de que los daños todavía no están cuantificados y los ocho focos permanecen activos a la espera de más desalojos de la población.
En el PSOE también creen haber afrontado el recibo de la luz, pese a que este lunes se ha vuelto a batir otro récord histórico en su precio y sigue habiendo «tranquilidad» cuando preguntan a dirigentes por las encuestas, la mayoría advierte de una caída considerable para Sánchez, y responden con el CIS.
La parte socialista del Gobierno advierte de que para este otoño es tiempo de aprobar más reformas sociales. «No vamos a dejar a nadie atrás» y así venden que cumplirán su parte del trato y comenzarán a registrar las medidas correspondientes a la agenda social pactada con Podemos en el acuerdo de coalición.
Podemos se pone las medallas
Los socios de Sánchez ya se han adelantado en colgarse las medallas y en no pensar que todo está «encarrilado», como dicen los socialistas, porque aún quedan batallas por librar en el seno de la coalición.
La ministra de Derechos Sociales y líder de Unidas Podemos, Ione Belarra, ya admitió que «el Gobierno está en un momento crítico» y «nos la jugamos en estos meses».
Los morados suavizan el discurso respecto a las subidas abusivas de la luz por las últimas medidas presentadas en la Cámara Baja junto a los socialistas para intentar paliar el coste y que no tendrán efecto hasta los próximos meses.
En Unidas Podemos pretenden eclipsar a los socialistas exhibiendo su bandera en todas las medidas que figura Yolanda Díaz al frente. Así y mientras Pedro Sánchez presume en Grecia, con motivo de la Cumbre de los países del sur, sobre el acuerdo en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), sus socios de Podemos medirán sus fuerzas este martes en el Congreso presentando una proposición no de ley con las líneas maestras de la reforma laboral en la que trabaja la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social.
Podemos pisa el acelerador e intentará agenciarse los tantos que consiga como parte del Gobierno de coalición para diferenciarse de los socialistas. Entre los asuntos más destacados se encuentra la regulación del precio del alquiler, la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ‘Ley mordaza’ y la proposición de ley de Salud Mental que ya han registrado los morados en el Congreso.
«No se va a renunciar a regular el alquiler», destacan en Podemos. Hay quien sopesa que el PSOE al final podría decantarse, si no por una intervención directa que no resultaría ortodoxa, sí por una indirecta como el que se ha aprobado respecto al recibo de la luz con los beneficios extraordinarios consecuencia de la subida del gas. El conflicto está servido.
Los morados destacan que la decisión última la toma el presidente y hasta ahora está siendo beneficioso para Podemos porque, tanto en relación a la luz como al SMI, consideran que se ha decantado por el espacio confederal.
Ahora bien, también esperan que las medidas que ellos vayan introduciendo, como la derogación de la Ley de Seguridad Ciudadana, se negocien primero en el seno del Gobierno de coalición.
Fuentes de la formación destacan que «ya ha habido intercambio de papeles y ahora queda lo serio», explican sin descartar que también se den «pequeños roces» en la negociación.
Los socialistas respiran estos días aliviados por haber pasado el trámite de la mesa de diálogo. La apuesta de Moncloa se centra en sacar los Presupuestos adelante y la premisa de «continuar con la recuperación económica».
Mientras, en Unidas Podemos bajan las iniciativas al terreno de juego a la espera de ganarse a los socios de investidura para presionar a los socialistas y después, colgarse la medalla. La oposición se frota las manos y el Congreso se viste de campaña electoral. Aunque todavía queden dos años si no se produce adelanto electoral.