El PSOE se rearma en sus bastiones autonómicos de cara a las elecciones de 2023
Las bases territoriales ratifican el liderazgo de las ejecutivas de Castilla-La Mancha y La Rioja, pero pegan un lavado de imagen en Galicia y País Vasco
El Partido Socialista ha protagonizado un fin de semana clave para reorganizar sus fuerzas a escala territorial. A dos años de la celebración de las próximas elecciones autonómicas, la militancia ha aprovechado para reforzar las ejecutivas de dos bastiones como Castilla La Mancha y La Rioja, mientras que ha dado un lavado de imagen para el reto que mantiene tanto en Galicia como en el País Vasco.
Los comicios regionales se antojan como una fecha marcada en rojo en el calendario. Para mayo de 2023, se celebrarán de forma simultánea en doce autonomías. Será la antesala de las elecciones generales que se esperan para final de ese mismo año y a las que el PSOE llega con la necesidad de recortar la distancia que todas las encuestas privadas le otorgan al PP.
Page logra una victoria aplastante en Castilla La Mancha
La doble semana de congresos regionales ha permitido revalidar el proyecto de Emiliano García Page. El presidente de Castilla-La Mancha ha revalidado su puesto como secretario general del partido y ha mantenido a su equipo de confianza en la cúpula del partido, gracias a una mayoría abrumadora. De los 334 votos emitidos, solo dos se han desmarcado y uno de ellos era nulo.
El barón socialista, que lleva en la presidencia de la comunidad autónoma desde 2015, se ha convertido en un valor seguro para el PSOE en la región, lo que supone una baza importante de cara al progreso a nivel nacional. Sin embargo, sus roces con Pedro Sánchez en materias como el acercamiento al independentismo catalán son constantes.
«Que nadie me ponga a prueba, entre los intereses de mi partido y los de mi tierra, siempre voy a poner por delante a los de Castilla-La Mancha», ha vuelto a reafirmar tras su victoria interna.
Concha Andreu refuerza su liderazgo en La Rioja
Otra presidenta autonómica que ha logrado afianzar su peso también en la organización del partido es Concha Andreu. La líder riojana se mantendrá como la secretaria general de los socialistas en la región. Y suma para su causa a María Luisa Ruiz que será a partir de ahora la secretaria de Organización.
Andreu ha blindado su ejecutiva con la entrada de hasta tres consejeros de su actual equipo de Gobierno. Un paso para afianzarse en el puesto, tras el éxito de las elecciones de 2019, en las que se aupó como presidenta tras hacerse con 15 escaños en el Parlamento autonómico.
Formoso abre un nuevo camino en Galicia para competir con Feijóo
La situación es bien diferente en Galicia. Los militantes socialistas sí que han abogado por un cambio de rumbo en la dirección del partido, después de permanecer relegados electoralmente ante el presidente popular Alberto Núñez Feijóo, que se ha logrado afianzarse en la presidencia desde 2009 e incluso gozar de una mayoría absoluta, cada vez menos habitual en la aritmética parlamentaria española.
Las bases del PSOE han apostado por Valentín González Formoso como el nuevo líder orgánico de la formación. El presidente de la Diputación de A Coruña ha dejado relegado a Gonzalo Caballero gracias al 59% de los votos de la militancia. Un nuevo baile de cromos en la política gallega.
El nombramiento ha sido celebrado por el propio presidente del Gobierno. Pedro Sánchez aprovechó un hueco en su viaje a la cumbre del G-20 de Roma para apoyar al nuevo secretario general. «Vamos a impulsar el PSdeG, abrir una nueva etapa para cambiar Galicia», enfatizó en Twitter.
Eneko Andueza arrasa en las primarias del País Vasco con el 95% de los votos
También ha habido un cambio de imagen en el Partido Socialista del País Vasco. La salida anunciada de Ioia Mendia obligaba a las bases a elegir un nuevo líder orgánico para la formación en un momento marcado por las alianzas con las formaciones nacionalistas.
Eneko Andueza se ha impuesto con un botín del 95,3%. Su perfil es continuista pero tiene como meta tratar dar un nuevo impulso a la formación para evitar quedar desterrado por las formaciones nacionalistas. Actualmente apenas cuenta con 10 escaños y es la tercera fuerza política en la cámara vasca.
Su candidatura se ha impuesto a la de Soraya Morla. La exconcejal de Basauri llegó a plantear la posibilidad de separarse del Partido Nacionalista Vasco para intentar gobernar con Bildu, si condenaba firmemente el terrorismo de ETA. Pero su senda rupturista solo ha seducido al 4,3% de los militantes.