Ángel Gabilondo será el Defensor del Pueblo y Teresa Jiménez-Becerril, su número 2
El exministro de Educación asumirá la institución como parte del acuerdo general entre las dos formaciones para dar relevo a los órganos constitucionales
Ángel Gabilondo será el nuevo Defensor del Pueblo. Socialistas y populares han llegado a un acuerdo para que el exministro de Educación dirija la institución. Se trata del primer nombre que sale a la luz, después del pacto que las dos formaciones sellaron para renovar los principales órganos constitucionales, a excepción del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
El dirigente socialista sonaba en las quinielas desde hace meses para tomar las riendas del organismo, sin embargo la convocatoria adelantada de elecciones en la Comunidad de Madrid cambió sus planes. Ante la falta de un nuevo candidato, asumió mantenerse como el cabeza de lista del PSOE en los comicios, aunque cayó derrotado frente a Isabel Díaz Ayuso.
También han acordado el nombramiento de la diputada del PP, Teresa Jiménez Becerril, periodista de formación y hermana del concejal sevillano del PP Alberto Jiménez-Becerril, asesinado por la banda terrorista ETA, sea la adjunta de Ángel Gabilondo en la Defensoría del Pueblo.
El batacazo electoral, que dejó por primera vez al PSOE como el segundo partido de la izquierda por detrás de Más Madrid, terminó abocando a Gabilondo a abandonar su acta como diputado autonómico apenas dos días después de la llamada a las urnas para dar un cambio de imagen en la formación. Así recuperó su perfil bajo en política.
Antes de centrarse en la política autonómica, Gabilondo ya había desempeñado otros cargos de primera línea de la mano del PSOE. Entre 2009 y 2011, se encargó de dirigir el Ministerio de Educación en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque no pudo agotar la legislatura por la convocatoria anticipada de elecciones generales.
Gabilondo sustituirá en el puesto a Francisco Fernández Marugán que, a sus 75 años, se había mantenido como Defensor del Pueblo en funciones ante la falta de un acuerdo político para dar relevo a la institución. Como el resto de órganos constitucionales, es necesario una mayoría reforzada de tres quintos en el Congreso para asegurar los nombramientos. Una condición que fuerza al diálogo entre Gobierno y oposición.
PSOE y PP dan a conocer el primer nombre de su pacto
El nombramiento de Ángel Gabilondo es la primera pieza del puzzle que sale a la luz, aunque socialistas y populares ya anunciaron un gran acuerdo para renovar también el Tribunal Constitucional y el Tribunal de Cuentas, después de que Pablo Casado tendiera la mano al presidente del Gobierno en el Congreso.
A pesar de este paso adelante, el conflicto sigue instalado en encontrar un relevo en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) que sigue bloqueado por la falta de acuerdo político sobre su método de elección. El PP ha reclamado que 12 de los 20 vocales del órgano de gobierno de los jueces sean elegidos por los propios magistrados, pero el PSOE se aferra a la actual normativa que deja la responsabilidad en el Congreso.
El presidente del Gobierno ha aprovechado su visita a Bruselas para hacer un nuevo llamamiento al líder de la oposición para renovar la cúpula de los jueces. «Es un poder muy importante y me gustaría que el PP pudiera llegar a un acuerdo para renovarlo», ha ratificado.