El PSOE juega al despiste con la presencia de Pedro Sánchez en la mesa de diálogo
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha reconocido que "no entendería" que el presidente no participara en la reunión. El PSOE resta importancia a la composición de la mesa
Este lunes, la portavoz del Comité Organizador del 40 Congreso del PSOE y viceprimera secretaria del PSC, Eva Granados, ha defendido que la composición de las delegaciones del Gobierno central y de la Generalitat para la mesa de diálogo sobre Cataluña no es «tan importante» como la necesidad de que haya «voluntad de diálogo y de acuerdo«.
Sin embargo, el presidente Catalán, Pere Aragonès, ha reconocido que «no entendería» que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no participara en la cita que se celebrará en Barcelona en la tercera semana de septiembre, tras la Diada de Cataluña.
Cabe recalcar que Pere Aragonès no ha sido el único en presionar a Sánchez para que acuda a la mesa de diálogo. «Si Sánchez no acude, podría provocar una situación de crisis», advirtió la semana pasada la secretaria general de ERC, Marta Rovira.
Además, el secretario general de Junts, Jordi Sànchez, afirmó que «si el presidente Pedro Sánchez se quiere comprometer a fondo con la mesa, tendría que participar».
En Ferraz restan importancia a la composición
La dirigente socialista, Eva Granados, por su parte, ha pedido prudencia y «discreción» para que sean los dos Ejecutivos los que trabajen y decidan quien estará presente en la mesa de diálogo para abordar la cuestión catalana. De esta manera, el PSOE no se ha dejado llevar por la petición de Aragonès.
«La mesa de diálogo es algo lo suficientemente serio como para que sean los dos Gobiernos los que de manera discreta puedan hablar de cuáles son las composiciones, los calendarios y el contenido de las reuniones. No creo que las declaraciones públicas ayuden al buen fin de un proceso de diálogo«, ha explicado Granados en una rueda de prensa en la sede socialista de la calle Ferraz.
Asimismo, Eva Granados ha especificado que tanto el Gobierno como los socialistas tienen «la voluntad de que se llegue a buen puerto». Y ha recalcado que «más allá de la composición, la voluntad es que haya diálogo. Vamos a ver quién está en esa reunión, pero no creo que sea tan importante la composición de las delegaciones de cada gobierno como la voluntad de llegar a acuerdos».
Respecto, al requerimiento de Aragonés de volver a llevar a esa mesa de diálogo la celebración de un referéndum de independencia, Eva Granados ha aclarado que la posición del Gobierno y del PSOE sigue siendo la misma: «No creemos que un referéndum pueda solucionar nada, sino que ahondaría en las divisiones».