PSC, PP y Ciutadans se conjuran para ganar al soberanismo desde el Govern
Diputados de los tres partidos coinciden en desmontar "los mitos de la secesión", aunque concurrirán por separado en las elecciones del 27S
La lista en la que figuran Artur Mas y Oriol Junqueras ha despertado, de nuevo, los ánimos del mundo soberanista. La elección de Raül Romeva, un ex dirigente de ICV, como líder de la candidatura soberanista, ha provocado la euforia de los que consideran que se ha abierto una gran oportunidad para lograr un gran apoyo social a la independencia de Cataluña. Y esa euforia es mayor al entender que no hay nadie delante con fuerza suficiente, al margen de la lista de la izquierda alternativa que impulsa Podemos.
Pero esas fuerzas políticas que el soberanismo ha despreciado en los dos últimos años, quieren levantar la cabeza, aunque con muchas dificultades para colaborar de forma conjunta. El hecho es que este jueves, diputados del PSC, del PP y de Ciutadans coincidieron en la presentación del libro de varios autores, Cataluña, el mito de la secesión, (Almuzara) con una idea en común: aprovechar el 27S como el gran momento histórico para lograr un cambio en el Govern de la Generalitat, que construya un relato distinto al del nacionalismo imperante desde la recuperación de la institución en 1980.
Cambio desde dentro de la Generalitat
Los diputados del PSC, Maurici Lucena; del PP, Enric Millo, y de Ciutadans, Carlos Carrizosa, junto a Juan Arza y Joaquim Coll, —miembros de la dirección de Societat Civil Catalana— consideran que no ha habido un apoyo mayoritario a la tesis independentistas, y que el gran cambio llegó «cuando desde el Govern, algo que no había pasado nunca, se decidió, a partir de 2012, trabajar a favor de la independencia», según Millo.
Es decir, el 27S se acepta como una gran oportunidad para buscar un apoyo masivo a las tesis en contra de la independencia. ¿Pero cómo? El PP busca con ahínco que tanto el PSC como Ciutadans trabajen en la misma dirección. Ese ha sido el llamamiento de Alicia Sánchez-Camacho, que desearía una especie de gran coalición constitucionalista.
Pero eso es imposible. El PSC no juega con los mismos parámetros, porque, en buena medida, ha sido coprotagonista de esos 30 años de autogobierno que el PP y Ciutadans desearían replantear, comenzando por rehacer la inmersión lingüística, introduciendo más horas de castellano en las escuelas. Y los socialistas catalanes fueron, precisamente, abanderados de esa inmersión.
Rehacer el relato
Sin embargo, hay otras formas de colaboración. Lucena –el portavoz del grupo parlamentario del PSC– insistió en que una de las prioridades es romper el discurso de que la izquierda puede ser también independentista, y que «toda la política catalana debería replantearse que Cataluña no está sola en el mundo, y de que hay otras cuestiones más importantes, además de la identitaria».
En un acto en una librería de Barcelona, con un pequeño aforo, pero que acabó repleto, la presentación del libro sirvió para buscar fórmulas de acuerdo. Fue Millo quien insistió en que el independentismo «sólo se podrá superar si existe un cambio en el Gobierno catalán, si se marcan otras políticas desde la Generalitat».
Nadie quería publicar el libro
Para los socialistas, que se han visto reducidos a un rincón, con la alternativa de izquierdas que lidera Podemos, y la lista soberanista de Romeva, Mas y Junqueras, el momento llegará el día 28 de septiembre. Entonces, con los números de cada uno sobre la mesa, se verá hasta qué punto las fuerzas políticas no independentistas pueden o no formar un Govern alternativo. Una de las convicciones de Mas, precisamente, es que difícilmente el arco parlamentario catalán podrá configurarse sin la participación de su candidatura.
Pero hay cuestiones espinosas, que el PSC, PP y Ciudadanos querrían superar de inmediato. Y es que, según Juan Arza, el proyecto de libro no encontraba ninguna editorial para poder publicarlo en Cataluña. Con ese título, «El mito de la secesión», en el que se abordan cuestiones culturales, sociales y económicas, los impulsores, como el propio Arza y Fernando Sánchez-Costa, tuvieron que recurrir a una editorial de…Córdoba, Almuzara, del editor Manuel Pimentel, el ex ministro de Trabajo del PP.
¿Apoyo de las clases desfavorecidas?
En el acto se concretaron algunos mitos. ¿Uno? Fue Pau Mari-Klose, uno de los autores, quien consideró que el soberanismo en Cataluña no ha sido el producto de una mayoría de ciudadanos, sino que ha estado impulsado por la «radicalización de algunas clases medias catalano-hablantes, un colectivo relevante, pero reducido», dejando claro que «las clases más desfavorecidas han estado fuera del proceso».
Si eso es así, ¿quién trasladará políticamente esa constatación de Mari-Klose el 27S?