El PSC se abre a participar en la cumbre de Aragonès que desafía la sentencia de la inmersión
Los socialistas catalanes aseguran que están en cualquier espacio donde se "defienda el catalán", aunque instan al cumplimiento de la sentencia que obliga a un 25% de castellano
Tras la sentencia que tumba la inmersión lingüística, el Govern busca la fórmula para intentar que se frene el 25% de castellano en los colegios de Cataluña. Aragonès ha aprovechado la sesión de control en el Parlament para anunciar una «cumbre social» por «el catalán en la escuela» el 16 de diciembre, un acto al que el PSC está abierto a participar si se les convoca.
Los socialistas catalanes –aunque el PSOE se abstrae de pedir la ejecución de sentencia sobre el 25% de castellano desde Moncloa– valoran la posibilidad de sentarse en una mesa de la que, muy probablemente, salga un rechazo a la decisión judicial liderada por un Govern que jalea por la desobediencia a los tribunales, pese a que el PSC pide que se acate la resolución.
«Estaremos en allá donde se defienda el catalán», han explicado fuentes parlamentarias a Economía Digital preguntados sobre esta cuestión. Los socialistas se abren a participar si se les pide que estén en la reunión, e insisten en que están dentro del consenso lingüístico, pese a exigir el acato de la sentencia que marca un mínimo de 25% de educación en castellano.
Aunque consideran que el catalán debe ser el centro de gravedad y lengua vehicular de la enseñanza, quitan hierro a la sentencia del 25%. «Al final es solo que se haga una asignatura más en castellano», matizan. Insisten en que el sistema educativo ha permitido el pleno dominio de las dos lenguas oficiales, aunque están abiertos a su actualización ante la realidad actual.
El Govern espera que el PSC siga en el consenso de la inmersión
Desde las filas republicanas, insisten en que el PSC debería estar en los consensos lingüísticos. «Siempre han formado parte», explican en la formación. ERC admite que, sin los socialistas catalanes, la mayoría en defensa de la llamada escuela catalana «perdería fuerza», al ser la inmersión un consenso que trasciende bloques y franjas ideológicas.
Aragonès prevé celebrar esta cumbre «social» por la inmersión lingüística el 16 de diciembre, dos días antes de la manifestación que ha convocado Somescola.cat –la plataforma educativa vinculada a Òmnium Cultural que agitó las calles con la Ley Wert del PP– para impedir que las escuelas de Cataluña den, como mínimo, una asignatura troncal en español.
Desde el Govern todavía no han definido en qué se concretará esta cumbre, puesto que podría tener un perfil más educativo –con entidades del mundo de la enseñanza favorables a la inmersión– o más política, incluyendo a partidos. En caso de que se produzca lo segundo, esperan que los socialistas sigan dentro del consenso y participen en la reunión.
El PSC pide «rehacer los consensos» sobre la escuela
Sobre esta cuestión, los socialistas preparan una moción en el Parlament con la que quieren marcar perfil propio. En el texto impulsado por la diputada Esther Niubó, se hace un llamado a todos los grupos parlamentarios a reunirse para reconstruir los grandes consensos sobre el papel del catalán en la educación.
El documento, que ha avanzado El Periódico, insiste en que el modelo monolingüe actual ha sido «una riqueza» y «uno de los principales instrumentos de cohesión y promoción social y que mejor ha garantizado la igualdad de oportunidades por lo que respecta al aprendizaje y uso de estas lenguas oficiales de Cataluña».
En el documento, los socialistas catalanes insisten en que la inmersión ha permitido garantizar el pleno dominio tanto del catalán como del castellano, aunque dejan la puerta abierta a revisar el modelo ante la nueva realidad lingüística de Cataluña y la politización del idioma consecuencia del procés. Además, el texto insta al cumplimiento de las sentencias judiciales.
Illa avala una segunda asignatura en español
La posición del PSC ya la expresó Salvador Illa tras conocerse el fallo. En una entrevista en la Cadena SER, el jefe de la oposición aseguró que no veía mal una segunda asignatura en castellano, siempre que se mantuviera «el catalán como centro de gravedad y lengua vehicular de la enseñanza».
Ante la sentencia de la inmersión lingüística, el Govern insiste en caminar a la desobediencia. El conseller de Educación, Josep González-Cambray, instó a los responsables de escuelas e institutos a no cambiar los proyectos lingüísticos para que todo siga como «hasta ahora», algo que amenaza con abrir una nueva batalla judicial que podría terminar en una potencial inhabilitación.
La situación plantea la incógnita de qué pasará con los directores. Mientras el Govern insiste en darles «amparo» y negar que puedan incurrir en cualquier responsabilidad legal, desde Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) señalan a los que dirigen los centros como corresponsables, y que incluso podrían enfrentarse en «multas e inhabilitaciones».