La pregunta de Junts para investir a Aragonès cabrea a sus bases
Cuadros territoriales critican la intencionalidad con la que se ha formulado la pregunta: "No gusta que te traten de tonto"
Acto de campaña de Laura Borràs para las elecciones del 14-F / Julio Díaz (JxCat)
La pregunta de Junts ha generado malestar en las bases del partido. El redactado, muy dirigida para blindar el acuerdo de investidura, ha causado indignación en militantes de la formación, que creen que lo mejor hubiera sido una formulación más abierta para que se recogiera la opinión real de las bases.
«No gusta que te traten de tonto», explican cuadros territoriales a Economía Digital. Las fuentes consultadas han explicado que, aunque «hay poca gente que quiera elecciones», el hecho de que esta opción ni siquiera se contemplara ha sentado mal. «Son las formas», lamentan.
Desde la formación de Carles Puigdemont creen que una pregunta menos dirigida hubiera dado el mismo resultado a Junts, pero con un abanico más amplio de posibilidades de expresar la opinión real. Lo ideal hubiera sido una pregunta abierta con tres opciones: entrar en el Govern, dar apoyo a Aragonès desde fuera o forzar una convocatoria electoral.
El polémico redactado de la pregunta
La pregunta, con respuesta binaria de ‘Sí o ‘No’, está redactada con un claro enfoque a favor de apoyar el acuerdo Sànchez-Aragonès: “¿Das apoyo a la propuesta de la ejecutiva de Junts per Catalunya de avalar el acuerdo de legislatura y gobierno con ERC para poner en valor el 52% del voto independentista?”.
La formación explica que en caso de rechazarse la propuesta, el partido facilitará a Aragonès el Govern para pasar luego a la oposición. Lo que significa que en ningún caso la militancia tiene opción real de expresar su decisión sobre el acuerdo, algo que hace respirar tranquilos a los republicanos.
El proceso estará abierto desde las dos del mediodía de este lunes hasta las 14 horas, y se alargará hasta este miércoles a las 13 horas. Según ha facilitado la formación, el número de militantes llamados a participar en la votación para rubricar el pacto con ERC es de 6.518 personas.
Un pacto cerrado a una semana de la repetición electoral
Los ‘junteros’ y los republicanos rubricaron un pacto este lunes, que dio cierre a 90 días días de negociaciones infructuosas entre los socios gracias a conversaciones discretas entre Jordi Sànchez y Pere Aragonès a lo largo del fin de semana anterior. Junts y ERC se han repartido las 14 consellerías en 7 cada una, y la composición del Govern deberá ser paritaria.
Si no hay una sorpresa, el pleno del Parlament donde se escogerá a Pere Aragonès como presidente de la Generalitat será a final de semana, entre jueves y viernes. Fuentes parlamentarias han explicado que se estudia la idea de dividir la sesión en dos jornadas, con el objetivo de evitar un pleno excesivamente largo como el de la primera votación de investidura.
En cuanto al peso de cada uno, Junts ha ganado peso en las áreas económica y social, mientras que ERC se ha hecho con el área del Ejecutivo más centrada en el orden público –una de las cuestiones clave del acuerdo con la CUP, que emplazaba a revisar el modelo de orden público–, la educación y las cuestiones de derechos civiles e igualdad.
