PP y Vox se preparan para judicializar la reforma laboral tras el caos de su votación en el Congreso

El PP recurrirá a la Mesa del Congreso el resultado de la votación de la reforma laboral amparándose en el reglamento para repetir el voto ante el "error informático" y, sino, acudirá al Tribunal Constitucional, al igual que Vox, que recurrirá a "todas las instancias, incluida la judicial"

El líder del PP, Pablo Casado (d), conversa con la portavoz del grupo parlamentario, Cuca Gamarra, y el diputado Teodoro García Egea (i) durante el pleno celebrado este jueves en el Congreso de los Diputados. EFE/Juan Carlos Hidalgo

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El lío monumental en la convalidación del real decreto-ley de la reforma laboral acabará en los juzgados. El PP y Vox preparan ya los recursos a la Mesa del Congreso y al Tribunal Constitucional por lo que califican de «cacicada, pucherazo y fraude democrático» de la presidenta de la Cámara Baja, la socialista Mertitxell Batet, al haber impedido supuestamente la corrección del error del voto afirmativo a la norma del diputado del PP por Cáceres, Alberto Casero, decisivo para la convalidación de la norma.

Fuentes del Partido Popular confirmaron a Economía Digital que desde este mismo viernes los servicios jurídicos de los ‘populares’ trabajan para presentar «inmediatamente» el recurso a la Mesa del Congreso y, de no resolverse, a continuación al Tribunal Constitucional ante lo que consideran un «atropello a las instituciones».

El propio presidente del PP, Pablo Casado, anunció a última hora de este jueves, tras el caos de la votación en el Pleno del Congreso, que su formación recurrirá el «fraude democrático» para «contravenir el sentido de voto de un diputado para imponer la aprobación de un decreto».

Los ‘populares’ sostienen que el diputado había votado bien pero el sistema le envió un justificante con el voto en sentido contrario, con un «sí», por lo que avisó de inmediato a la Cámara, que tuvo conocimiento del «error informático» antes de cerrarse la votación e incluso se presentó en la Cámara para votar presencial pero se le impidió el paso.

La vía para la repetición del voto: una resolución de 2012 de la Mesa del Congreso

En el PP denuncian lo que consideran un «pucherazo» y una «manipulación» clara al hurtarse el derecho a corrección del voto al diputado cacereño ‘popular’. Sobre todo, aseguran, porque hay precedentes de casos anteriores en los que se ha permitido corregir el voto, incluso en el propio hemiciclo ante casos de errores del sistema parecidos, aseguran desde la formación de Pablo Casado.

Desde el PP apuntan como clave para la repetición del voto de Casero, previa autorización de la mesa, una resolución de este órgano del 21 de mayo de 2012 que estableció en su sexto punto que «el diputado que hubiera emitido su voto mediante el procedimiento telemático no podrá emitir su voto presencial sin autorización expresa de la Mesa de la Cámara que, en el supuesto en que decida autorizar el voto presencial, declarará el voto telemático nulo y no emitido».

El Reglamento del Congreso establece que, tras ejercer el voto mediante el procedimiento telemático, la Presidencia u órgano en quien delegue, comprobará telefónicamente con el diputado autorizado, antes del inicio de la votación presencial en el Pleno, la emisión efectiva del voto y el sentido de este. Una vez verificados dichos extremos, el voto telemático emitido se trasladará a la Presidencia al inicio de la votación presencial en Pleno para que pueda anunciar el resultado acumulado de las votaciones.

Con todo, los registros del Congreso muestran en la página web de la Cámara el voto a favor de Casero a la convalidación del real decreto-ley de la reforma laboral e incluso también el voto en contra de la tramitación de la norma como proyecto de ley.

Si los recursos en la Mesa del Congreso amparándose al reglamento actual no permiten rectificare el voto, desde el Pp explican que acudirán al TC achacando el cambio de sentido del voto a un error técnico del sistema informático y no propio del diputado, aferrándose a la resolución del TC de 2006 que dio la razón a una diputada del PSOE del Parlamento vasco contra la decisión adoptada por el entonces presidente de no repetir la votación de los Presupuestos pese a que no había podido votar por un fallo de la aplicación telemática.

Vox denuncia un «pucherazo» y lo llevará al Constitucional

Además de la denuncia del PP, también se ha sumado el Grupo parlamentario Vox, que ha anunciado que llevará ante el Tribunal Constitucional la votación de la reforma laboral en el Congreso si se contabiliza finalmente el voto favorable emitido por error del diputado del PP.

«Se ha hurtado la soberanía nacional mediante un pucherazo«, ha afirmó desde el Congreso tras el debate su portavoz , Macarena Olona, quien avanzó que la formación de Santiago Abascal pedirá amparo al TC y agotará «todas las instancias, incluida la penal». «Pediremos que se tome en consideración el sentido del voto y que decaiga la convalidación», ha añadido.

Según Olona, ha defendido que el reglamento del Congreso exige que cuando un diputado haya votado telemáticamente y quiera votar presencial, la Mesa se reúna y decida qué medidas adoptar, como declarar nulo el voto telemático y autorizar el presencial, criticando la decisión «unilateral» de Batet.

Batet traslada que el resultado es «inamovible»

La portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra, explicó en una rueda de prensa tras la votación que el diputado ejerció su derecho al voto telemático pero el certificado emitido por parte del sistema la Cámara contemplaba un voto diferente, «un sí», ante un «error informático».

En ese instante Casero trató de ponerse en contacto con la Cámara y al no conseguirlo, lo hizo a través del Grupo Parlamentario, que antes de que se produjese la votación lo puso en conocimiento de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a través de la vicepresidenta del PP en la Mesa, Ana Pastor, trasladándole que «había una anomalía y, por tanto, el sentido del voto emitido no era el que constaba en el certificado». Incluso, el diputado se llegó a personar pese a estar enfermo en la Cámara Baja para votar presencialmente y enmendar así el sentido del voto a favor que había registrado por un «error informático» el sistema, pero «se le impidió la entrada al hemiciclo».

En el mismo hemiciclo, tras anunciarse la confusa votación y antes de que concluyese el Pleno, Gamarra pidió el turno de palabra a Batet para trasladar lo sucedido, pero la presidenta del Congreso sostuvo que la Mesa era «conocedora» del caso y había podido analizar la cuestión técnica de decisión de la Mesa» , negándole la palabra. En el PP consideran que vulnera el derecho constitucional del diputado fijado en el artículo 23, por lo que irán «con todas» a judicializar el caso.

Las mismas fuentes del PP explican que los dirigentes del Grupo Popular se reunieron tras el lío con Batet, pero fuentes del Congreso confirman a Economía Digital que ésta traslado que el resultado de la votación es «inamovible». Aun así, el recurso que presente el PP a la Mesa del Congreso deberá abordarse en los próximos meses, antes de que se acuda con grandes probabilidades al Tribunal Constitucional.

Voto decisivo para la convalidación

En cualquier caso, la reforma laboral, la medida estrella del Gobierno, fue convalidada finalmente paradójicamente gracias al PP tras el error del diputado Alberto Casero, ya que la norma salió adelante por solamente un voto de diferencia, con 175 votos a favor y 174 en contra, toda vez que los dos diputados de UPN rompieron la disciplina de voto y votaron en contra.

Así las cosas, la ajustada aprobación por un voto de la reforma laboral recibó 175 votos a favor del PSOE (120), Unidas Podemos (34, ya que el escaño de Alberto Rodríguez sigue sin cubrirse tras su inhabilitación por el Supremo), Cs (9), PDeCAT (4) Más País-Equo (2), PRC (1), Teruel Existe (1), Nueva Canarias (1), Coalición Canaria (1),,  Compromís (1) y el voto por error del diputado del PP. Es decir, 175 diputados, mayoría suficiente respecto al total de 349 diputados actuales (uno menos, al no haberse sustituido a Rodríguez).

Por su parte, votaron ‘no’ al real decreto-ley de la reforma laboral 174 diputados del PP (87), Vox (52), ERC (13), PNV (6), Eh Bildu (5), Junts (4), CUP (2), UPN (2), BNG (1), Foro Asturias (1), así como el diputado fugado de Cs, Pablo Cambronero (actualmente en el Grupo Mixto).

Esto supone que de no ser por el error del diputado el PP, el Gobierno de coalición no habría logrado los votos suficientes para convalidar la reforma, ay que no había logrado si quiera la mayoría con la ‘vía Ciudadanos’ y los grupos minoritarios, al haber roto la disciplina de partido los dos diputados de UPN, tras unas intensas negociaciones y dudas hasta el último minuto en una votación ajustada que, pese a culminar en aprobación, ha fracturado también el bloque de investidura al descolgarse los socios habituales del Ejecutivo (ERC, PNV y Bildu).

También se rechazó por 174 votos a favor y 175 votos en contra la solicitud de la tramitación como proyecto de ley por el procedimiento de urgencia, por lo que no habrá modificaciones, tal y como exigía CEOE y se había comprometido el Gobierno con la patronal y sindicatos, para enfado de sus aliados habituales que reclamaban cambios.

El momento de la confusión en el Congreso

La votación fue tan ajustada que se produjo un importante susto para el Gobierno ante la confusión en el momento de la lectura del resultado de las votaciones, cuando la presidenta del Congreso, Metirxell Batet, señaló que había “presentes 335, sí 166 más 9 telemáticametne, y 169 noes más 5 telemáticamente, ninguna abstención, por lo tanto queda derogado el real decreto-ley”.

Las palabras de Batet desconcertaron a los miembros del Gobierno, con rostros de incredulidad tanto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como a las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, así como a las bancadas socialistas y de Unidas Podemos. De hecho, los diputados del PP y de Vox aplaudieron con entusiasmo al conocerse la supuesta derogación.

Sin embargo, instantes después Batet rectificó con la siguiente frase: “señorías, los servicios de la cámara me informan de que queda convalidado el real decreto-ley”. En consecuencia, el Ejecutivo y las bancadas de la coalición de Gobierno reaccionaron eufóricamente con aplausos y abrazos y manos entrelazadas entre Sánchez, Calviño y Díaz. También se escucharon gritos de “sí se puede” desde los escaños del hemiciclo. En medio de la algarabía también se proyectaron gritos de «cara dura» y «sinvergüenzas» tras la corrección del resultado.

UPN pide las actas a los diputados por la disciplina de voto: Sayas no lo entregará

Pero el lío en la votación no se remite solo el error informático del diputado del PP y traerá consecuencias también en otros partidos. Y es que los diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Carlos García Adanero y Sergio Sayas rompieron la disciplina de voto y votaron en contra, a pesar de que previamente habían sostenido que atacarían las directrices y de que el presidente de UPN, Javier Esparza, había anunciado el miércoles el voto favorable de la formación navarra.

García Adanero fue contundente con el siguiente mensaje: «He votado NO a la reforma laboral porque lo contrario hubiera supuesto un claro refuerzo a Sánchez, presidente de España con el apoyo de Bildu. Y lo hago en coherencia con la oposición que estamos realizando desde el primer día, con el respaldo de miles de votantes».

Poco después la dirección de UPN pidió a sus dos diputados en el Congreso, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, que entreguen sus actas de diputados después de que hayan rechazado la convalidación de la nueva reforma laboral. En un comunicado, la Ejecutiva del partido señaló que los diputados han «engañado» al partido «como demuestra que habían manifestado previamente de manera pública que iban a aceptar la disciplina de voto para después no hacerlo». Al mismo tiempo reconocen que han podido constatar que los dos diputados «sí que han advertido del sentido final de su voto a otras formaciones políticas, que han sido conocedoras del mismo, mientras la dirección de UPN desconocía este extremo. También han pedido disculpas al PSOE.

Fuentes conocedoras del proceso explican a Economía Digital que el presidente de UPN, Javier Esparza, impuso la disciplina de voto a sus dos diputados sen el Congreso (Carlos García Adanero y Sergio Sayas) por el temor a una moción de censura contra el alcalde de Pamplona, tras las amenazas procedentes desde el PSOE. Sin embargo, los diputados acabaron por contravenir las directrices y Sayas ya ha avisado no entregará sus acta.

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