Polémica en Lledoners por los privilegios de los políticos presos
Un funcionario de la cárcel de Lledoners pide el traslado porque Risto Mejide supuestamente se saltó los controles para entrevistar a Raül Romeva
Un funcionario de la cárcel de Lledoners (Barcelona) ha pedido el traslado a otro centro penitenciario por los supuestos tratos de favor que reciben los políticos presos.
Según informó El Mundo, el jefe de comunicaciones de Lledoners denunció que el presentador Risto Mejide supuestamente se saltó el protocolo de seguridad para entrevistar a Raül Romeva. Este se encuentra en situación de prisión preventiva en espera de que el Tribunal Supremo dicte la sentencia del juicio del procés.
Los hechos sucedieron en la sala de espera de Lledoners el pasado sábado. Pese a que había unas 35 personas esperando el turno para hablar con reclusos, Mejide se saltó el turno. Le acompañaban la esposa de Romeva, la eurodiputada Diana Riba, y un miembro del equipo de producción del programa Todo es mentira (Cuatro).
El funcionario mantiene que la subdirectora de tratamiento de Lledoners, un cargo que depende del gobierno de Quim Torra, acompañó personalmente a estas tres personas al locutorio donde se efectuó la entrevista sin pasar por el arco de detección de metales. Indicó que la esposa de Romeva no depositó su teléfono móvil a la entrada como se exige a todas las visitas.
En un informe dirigido al jefe de servicios de Lledoners, reproducido por el mencionado rotativo, el funcionario advierte que se contravinieron “las normativas más elementales sobre seguridad e igualdad”. Subrayó que no se produjo un trato “equitativo”. Afirmó que este incidente deja patente “un desprecio evidente hacia nosotros, hacia nuestra labor y a nuestra dignidad como trabajadores y personas”.
Comunicado de Mejide
Mediante un comunicado, el equipo del programa Todo es mentira negó que Mejide y el periodista que le acompañó se saltasen el detector de metales. Indicaron que dejaron sus pertenencias, incluidos los teléfonos móviles, en una taquilla y que después pasaron por el arco de seguridad.
El comunicado también asegura que la esposa de Romeva dejó sus pertenencias en la taquilla de la entrada y que, “en ningún momento”, utilizó el móvil dentro de las instalaciones.
La productora del programa insiste en que la conversación con Romeva tuvo una “duración exacta de 40 minutos”, que es el tiempo autorizado para todos los reclusos.
El equipo de Mejide reconoce que la subdirectora de tratamiento les acompaño durante unos “50 metros”. Niegan que se les diese un trato preferencial.
No es la primera vez que un funcionario de Lledoners advierte de supuestos favoritismos hacia los presos políticos. En noviembre pasado, otro funcionario denunció la fiesta de cumpleaños que se le hizo a Jordi Sànchez dentro de la cárcel, con pasteles incluidos.
A Josep Rull también se le concedió en enero pasado una autorización para visitar a su hijo en un hospital de Manresa sin contar con autorización del juzgado. El centro penitenciario alegó motivos de urgencia para permitir la salida.
En este centro penitenciario también se encuentran internados Oriol Junqueras, Jordi Turull, Joquim Forn y Jordi Cuixart. Todos ellos están pendientes de la sentencia.