Podemos y PP enfrían la aprobación en el Congreso del acuerdo Biden-Sánchez

El acuerdo al que han llegado este martes en su reunión bilateral el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de EEUU, Joe Biden, de aumentar el número de destructores de la clase Arleigh Burke en la base naval de Rota (Cádiz), pasando de cuatro a seis, para reforzar la presencia militar de su país y de la OTAN en la zona, casi encalla antes de hacerse oficial.

Lo cierto es que esta ampliación de la presencia militar de Estados Unidos en España, algo que interesaba especialmente a EEUU, ha de pasar por un proceso formal, que incluye la reforma del convenio de cooperación de defensa con Estados Unidos -que data de 1988 y se prorroga anualmente de manera automática-. Pero no se queda ahí: tiene que ser aprobada, primero, por el Consejo de Ministros; después, por el Pleno del Congreso de los Diputados. Y ahí puede tener problemas.

El socio minoritario del Gobierno de coalición, Unidas Podemos, no se encuentra por la labor de aumentar la presencia militar estadounidense en Cádiz. Y el Partido Popular, líder de la oposición, se ha enterado de la noticia por los medios. «Es una descortesía», critican desde Génova cuando Economía Digital pregunta. Así, el recorrido pinta complicado para la ampliación naval pactada por Sánchez tras su ansiado encuentro con su homólogo estadounidense.

Una «descortesía» para el PP

«Hemos hecho una propuesta de acuerdo en defensa de la OTAN, el presidente mandó una carta sin respuesta, no hemos sido informados de nada, nos han excluido…», rememoran desde el entorno del presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. «Esto no creo que lo hayan hablado hoy, viene de una negociación previa seguro con la ministra de Defensa. Y nos enteramos a la vez que todo el mundo«, ahondan.

A ojos de los populares, el discutir y tomar decisiones en materia de política internacional y defensa en estas circunstancias, de manera unilateral, sin mayor previsión, con unas elecciones generales en poco más de un año y sin recoger el guante tendido por la oposición es una «descortesía». «Y tendrán que buscar aliados en nosotros, porque no tendrá otros. Aquí le esperamos, a ver qué dicen, a ver qué ofrecen, pero no vamos a ser comentaristas de lo que vemos en una rueda de prensa«, censuran.

Lo cierto es que la negrura a la que está sometiendo Sánchez al PP es del todo extraordinaria en nuestro país: no hay precedentes en no haber siquiera comunicado de manera informal al principal partido de la oposición de la agenda de un evento de una relevancia internacional semejante a la de esta cumbre de la OTAN de Madrid, de donde saldrá el próximo concepto estratégico -la hoja de ruta- de la alianza atlántica para los próximos diez años. Tanto es así, que los populares insisten en que «si fuera al revés», con Feijóo de presidente y Sánchez en la oposición, «no habría sido así».

«La imagen del acuerdo y la visita en Moncloa ya la tienen, que es lo que quería y tiempo le ha costado», bromea un colaborador muy cercano al presidente del PP. «Y si el contenido de toda la reunión es dos destructores, pues…», insisten. Sánchez tiene otra opción para sumar mayoría sin contar con los populares: repetir la llamada mayoría de la moción de censura. En Génova no son ajenos, y si Sánchez decide seguir ignorando al PP, les desean «suerte con Bildu».

Podemos: gasto social, no militar

Por otro lado, la postura de Unidas Podemos es clara, aunque intenten por activa y pasiva no hacer sangre en ellos. Cuestionados directamente acerca del acuerdo para Rota, fuentes de la dirección del partido consultadas por este periódico recuerdan cuál es el mensaje que llevan proyectando varios días: apostar por gasto social frente al gasto militar.

La líder de Podemos y ministras de Asuntos Sociales, Ione Belarra, ha puesto este mismo martes el foco en la lucha contra la pobreza, en un acto sobre rentas mínimas de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español, ha reclamado que ahí es «donde deberían ir los nuevos compromisos de gasto que se están haciendo estos días en nuestro país, no en aumentar el gasto militar».

«España no necesita ni más armas ni más tanques, necesita que todas las personas tengan para vivir con dignidad», ha alegado Belarra. El camino para Sánchez para refrendar este compromiso con Biden pinta, así, frío, frío.