Podemos utiliza a los técnicos de Hacienda para atacar a María Jesús Montero
Continúan los encontronazos de los morados con la ministra de Hacienda.
Ya es conocida la ‘batalla fiscal’ que mantienen los técnicos de Hacienda con la ministra María Jesús Montero por la reforma del Plan de Control Tributario. Estos profesionales insisten en poner el foco hacia las grandes fortunas, en lugar de centrarse en los pequeños contribuyentes y autónomos.
Unidas Podemos se sube ahora ‘al carro’ de los técnicos y ataca a la ministra recordando que «urge una reforma fiscal» que cambie los criterios de inspección y se centre en desarrollar medidas que revisen bien a las grandes empresas dentro de la próxima ley de prevención contra el fraude fiscal.
Continúan los encontronazos de los morados con la ministra de Hacienda. No hace ni un mes del ‘rifi-rafe’ del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, y la ministra que fueron captados por algunas cámaras que se encontraban en el Congreso. «No seas cabezón», le dijo Montero a Iglesias y el de Podemos sigue utilizando la palabra para ‘sacar pecho’ de su estrategia de presión a los socialistas.
Ahora, los morados buscan presionar a la ministra de Hacienda para que dedique cada vez menos fondos a los más pequeños y más inversión para controlar a los grandes. «Que se investiguen los fraudes mayores», insisten desde la formación de Iglesias. «Lo complicado son los grandes rendimientos y operaciones no declaradas, que representan buena parte de la economía sumergida«, señalan.
El sindicato de técnicos de Hacienda lleva años solicitando al Ministerio que cambie las directrices hacia las grandes corporaciones. «Parece que, poco a poco, está cambiando la pauta. Hasta ahora, las investigaciones se centraban en las actividades más pequeñas porque son las que llevan a cabo fraudes de menor complejidad y mucho más fáciles de detectar. Sin embargo, consideramos que hay que centrar más energía en aquellos que tienen estructuras más complejas y que puedan estar defraudando cantidades mucho mayores», señaló el secretario general del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo.
Una nueva ‘guerra’ en la coalición
Los morados vuelven a la carga con una nueva disputa. Cabe recordar que las dos formaciones que conforman el Gobierno de coalición mantienen varios frentes abiertos entre los que destacan la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la subida de las pensiones o la derogación de la reforma laboral. Además del malestar entre los socialistas por los constantes ataques de los morados a la Monarquía y la figura del Rey Felipe VI.
Precisamente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el vicepresidente segundo y líder de Podemos, Pablo Iglesias, se reunieron este lunes para analizar los retos del nuevo curso político, en un momento en el que Sánchez debe afrontar cambios en el gabinete con la salida del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Una salida que obligará al presidente del Gobierno a abordar cambios en la composición de su gabinete pero que, en principio, no debería afectar a la representación de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros ya que ello modificaría a su vez el propio acuerdo del Ejecutivo de coalición entre el PSOE y la formación de Iglesias.
Tal y como publicó Economía Digital, cinco ministros estarían en la ‘cuerda floja’ ante una posible remodelación más amplia del Ejecutivo. Sánchez e Iglesias se comprometieron por escrito a “abordar las cuestiones esenciales que se planteen en relación con dicha reestructuración”, como así se plasma en el texto del acuerdo.
Fuentes socialistas desvelan que Sánchez ya barajó cambios a finales de verano, pero finalmente optó por posponer cualquier tipo de remodelación pensando en atar los Presupuestos. Los socialistas siguen pensando en que “se deben de ajustar cosas”. Por lo pronto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya desliza en público a sus socios de Gobierno que sería conveniente que se adaptara la hoja de ruta del Gobierno de coalición porque, debido a la pandemia, “habrá cosas que tendremos que modificar”.
La incertidumbre también se cierne sobre la fecha del anuncio de estos cambios. El ministro Illa sigue sin determinar cuándo abandonará y se limita a señalar al comienzo de la campaña de las elecciones catalanas, en febrero. Mientras, los partidos de la oposición con el beneplácito de Podemos atacan al titular de Sanidad y piden que abandone su cargo cuanto antes.
La tensión ante las discrepancias en las nuevas medidas a aprobar, los nervios ante una posible remodelación del Consejo de Ministros y el malestar, ya público y evidente, entre algunos ministros vuelven a minar la comunicación dentro del Gobierno de coalición.