Podemos reconoce que ha perdido poder y avanza tensiones por las reformas pendientes
La distancia de Sánchez e Iglesias por los conflictos internos y los numerosos juicios atenazan a los morados y restan poder en el seno del Gobierno.
Unidas Podemos reconoce, por primera vez, que ha perdido poder dentro del Gobierno de coalición. Fuentes del partido lo aseguran abiertamente a Economía Digital.
Así y tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), los morados continúan sin ser relevantes en las principales estructuras de Estado. Es el trato al que llegaron con el PSOE para formar parte del Ejecutivo de coalición.
Los ministerios que ostentan los dirigentes de Podemos e IU apenas tienen poder en las principales áreas que afectan a la seguridad, defensa, relaciones exteriores o principales retos que afectan a nuestro país. De hecho, la vicepresidencia de Iglesias está prácticamente vacía de competencias y, por ello, puede dedicar más a coordinar al resto de ministerios.
Un asunto que mueve al líder de Podemos para reclamar mayores responsabilidades a Sánchez. El ejemplo más claro ha sido durante la pandemia. Sánchez reunió a un equipo principal de ministros para atajar la crisis en el que se encontraban Illa (Sanidad), Marlaska (Interior), Robles (Defensa) y Ábalos (Transportes).
Finalmente y de la mano de Illa, Iglesias pasó a ser el responsable de la Seguridad Social de toda España durante la pandemia. Cargo del que renegó más tarde a consecuencia de la crisis generada en las residencias.
Podemos pierde peso
Las principales causas de la pérdida de posiciones de Pablo Iglesias se han visto reflejadas en el CIS. El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dirigido por el socialista, José Féliz Tezanos, muestra claramente la caída del Gobierno de coalición en estimación de voto frente al auge de la derecha.
Según la última encuesta, correspondiente al mes de diciembre, el PSOE se deja casi un punto con respecto al mes anterior (29,5%), mientras que Podemos pierde seis décimas (10,8%). Sin duda, son los peores datos de un CIS para ambas formaciones desde las elecciones del 10 de noviembre.
Mientras que en Podemos callan, una buena parte de los socialistas consideran que los «líos internos» de los morados y su amenaza del ‘conflicto político permanente’ les está «arrastrando». El sondeo resta poder a los morados de cara a la galería pero en el seno del Gobierno, el presidente también ha puesto distancia con Iglesias.
Sánchez pone distancia con Iglesias
Desde hace más de dos semanas que Sánchez e Iglesias no solventan sus diferencias tras las numerosas ‘refriegas’ a costa de la ley ‘antidesahucios’, los fondos europeos o la Monarquía. La habitual reunión de ‘maitines’, que reúne al núcleo duro de Moncloa, no se celebra desde hace dos semanas.
Esas reuniones son consideradas, dentro del Gobierno, como la ‘brújula’ por la que debe guiarse cada semana el Ejecutivo de coalición. El mes pasado y en este entorno, Sánchez e Iglesias limaron asperezas de anteriores conflictos, como los ataques que dirigentes de Podemos hicieron en público a la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El vaso se ha llenado esta vez y Sánchez decidió respaldar en público a su vicepresidenta económica, Nadia Calviño, frente a la propuesta de Iglesias a costa de la subida del SMI.
«Quiero romper una lanza por la vicepresidenta tercera. Para hablar de cohesión y de una mirada progresista y de izquierda sobre la evolución de la economía, creo que están ahí los hechos que demuestran el compromiso de la vicepresidenta Calviño con todo lo que representa este Gobierno desde el punto de vista progresista», dijo Sánchez desde la tribuna del Hemiciclo.
La discusión que el vicepresidente segundo mantuvo con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una sala aparte del Congreso de los Diputados también han dejado ‘tocado’ al líder morado. Iglesias se sirve ahora de la frase «no seas cabezón» que le profirió la ministra para seguir ‘en sus trece’ con la táctica de presionar a sus socios.
Los ‘mazazos’ de la Justicia
El ‘caso Calvente’ también ha dejado tocado a los morados. La Audiencia Provincial de Madrid absolvía esta semana al que fuese abogado de Podemos, José Manuel Calvente, de acoso sexual y conluye que Podemos se inventó la trama.
La resolución concluyó que no hay una sola prueba contra Calvente de los delitos por los que se le acusó. Además, este veredicto tiene lugar pocos meses después de que Podemos reconociera el pasado mes de octubre ante el Juzgado de lo Social que el despido de Calvente fue improcedente.
La denuncia de el ex abogado ha desembocado en la causa que sigue en estos momentos el Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid en la que se investiga la supuesta financiación irregular del partido liderado por Pablo Iglesias.
Toda una sucesión de hechos que podrían tumbar a cualquier dirigente en cualquier gobierno. Sin embargo y desde Podemos siguen mantiendo que están bien «tranquilos», pese al silencio que prefieren guardar cuando se les pregunta por Calvente.
El desgaste por los enfrentamientos internos
Los morados también están acusando el desgaste de ser la mecha que prende el fuego en todos los conflictos internos del Gobierno. La formación de Pablo Iglesias acapara horas de televisión y páginas en todos los periódicos al airearse las disputas que mantiene en el seno del Ejecutivo que desplazan, en muchas ocasiones, la verdadera noticia que quieren lanzar desde Moncloa.
Varios ministros de la parte socialista no han aguantado más y han solicitado a lo largo de estos meses un ‘toque’ por parte de Presidencia para evitar las constantes salidas de tono del líder morado.
La más hiriente para el PSOE ha sido, sin duda, la que respecta a la Monarquía, porque, según algunas voces, les situó como ‘consentidores’ en algunas ocasiones de vapulear a la Institución.
Algo que muchos socialistas niegan pero defienden que «podríamos haberlo hecho mejor». Cabe recordar que el presidente del Gobierno no condenó el vídeo que su socio de Gobierno publicó en redes sociales comparando a la Casa Real con la serie ‘Narcos’, cuyo protagonista es el narcotraficante colombiano Pablo Escobar.
Podemos continuará con su táctica del ‘conflicto permanente’ para seguir arrancando concesiones a la parte del Gobierno socialista. Así lo han hecho saber a los periodistas.
Los conflictos que vienen
La ‘comisión Kitchen’, el SMI, la reforma de las pensiones o la contrarreforma laboral son los principales asuntos en los que ambas formaciones seguirán midiendo sus discrepancias dentro del Gobierno de coalición.
Lejos de reconocer errores, Podemos no quiere relajar el clima ni aún en fiestas de Navidad. La última ha sido por la ‘comisión Kitchen’ en el Congreso. Los de Iglesias querían presidirla y, finalmente, se acordó que lo haga la socialista Isaura Leal.
En Podemos siguen sin fiarse al 100% de los socialistas porque consideran que podrían hacer una «comisión light» para beneficiar al PP, si éste pacta con Sánchez la reforma del Poder Judicial.
Los morados ya anuncian que pedirán que comparezcan desde el ex presidente Mariano Rajoy, hasta su actual líder Pablo Casado. Dos de los nombres que los socialistas todavía no tienen muy claro si querrán llamar y, para eso, tendrán que negociar los dos socios de Gobierno, al ostentar la mayoría de la Mesa. La batalla está servida a partir de enero.
Respecto al Salario Mínimo Interprofesional (SMI) las cartas, en estos momentos, están del lado de las ministras económicas, María Jesús Montero y Nadia Calviño. Tal y como publicó Economía Digital, el debate se saldó en público. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, deslizó que sólo contemplaba una subida (y no congelación) del SMI para 2021.
Sus compañeras no se han quedado atrás y esta misma semana deslizaron en Consejo de Ministros que la medida se pospondrá hasta el segundo semestre de 2021. Está por ver el siguiente movimiento de los morados, que ya buscan apoyo en los sindicatos para seguir presionando una subida.
Iglesias también necesitará a los representantes sindicales para tocer el brazo, en este caso al ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá.
El dirigente ha planteado alargar de 25 a 35 años el periodo de cálculo de las pensiones y desde Podemos se lo han tomado como una afrenta, ya que supondría una bajada media del 5,5 % para las nuevas pensiones. La tensión entre los dos socios aumenta, mientras patronal y sindicatos siguen esperando a que se les reúna para que Escrivá les presente dicha propuesta.
Los morados también deberán de lidiar con Bruselas respecto a la reforma laboral. La Comisión aprieta a España para una reforma que acabe con el exceso de dualidad (temporales / fijos) en el mercado laboral y su urgencia en este punto parece aproximarse más a las tesis moradas, que a las socialistas.
Sin embargo, desde Europa insisten en no eliminar la norma de Rajoy de manera íntegra. Algo que, según Bildu, supone ‘conditio sine qua non’ para su ‘sí’ a los Presupuestos. La ministra de Trabajo ya ha pensado en una reforma en dos pasos que elimine por completo la norma. Algo a lo que se oponen las ministras económicas. Será de las primeras medidas que ambos socios afronten enserio porque el tiempo de Bruselas apremia.