Podemos se olvida de Vistalegre: las contradicciones de Pablo Iglesias en su lucha con Yolanda Díaz
La dinámica actual entre el portavoz oficioso de los morados y la vicepresidenta recuerda a la crisis anterior vivida con Errejón y que fragmentó el espacio en dos
El tira y afloja entre los líderes del espacio de la izquierda de cara a las elecciones municipales y autonómicas del mes de mayo está generándose en torno a un mismo mensaje: la unidad. Sin embargo, por mucho que esté en boca de todos, las fricciones cada vez van a más. De hecho, fuentes de Podemos insisten en que «la clave para ir juntos es voluntad política, puramente».
«Nuestra voluntad está clarísima», afirman. «Lo más importante es la unidad. Eso es lo que hizo Pablo siempre: construir unidad». Pero lo cierto es que las hostilidades son a tal nivel que recuerdan al momento más difícil y cruento que vivió el espacio hasta ahora: Vistalegre 2. La guerra abierta entre los dos cabecillas, con declaraciones públicas de Pablo Iglesias, sin cargo público ni orgánico pero erigido como portavoz oficioso del partido morado, atacando a Yolanda Díaz.
Es una dinámica muy similar a la vivida en la batalla que enfrentó a Iglesias con su aquel momento secretario político, Íñigo Errejón, y que acabó con Podemos abierto por la mitad y desangrándose en escisiones que después derivaron en otros proyectos como el de Más País y, ahora, el de Sumar, la plataforma que está liderando Yolanda Díaz. Los visos de fragmentación en dos vuelven a estar presentes.
La Universidad de Otoño de Podemos fue el escenario donde con mayor claridad se pudo presenciar. De hecho, fue allí donde Pablo Iglesias arremetió contra Díaz. Sin embargo, fuentes del entorno de Irene Montero consideran que aquello fue «un momento de encuentro» y muestra del «cansancio» de que Podemos «pague el pato en solitario». «Nosotros nos lo hemos currado más que nadie, más que otros del espacio», dejan caer.
«Un acuerdo justo y generoso»
Fuentes de los morados han vuelto a quejarse de que no hay ninguna coordinación con Díaz sobre esa eventual coalición que se presentaría a las generales y reclaman «un acuerdo justo y generoso» en el que estén representadas todas las fuerzas que aspirarían a formar parte de la coalición y donde Podemos quiere tener un papel protagonista.
En este sentido, afirman que el Gobierno de coalición es «una conquista democrática» de Podemos que salió adelante pese al rechazo de IU y de Yolanda Díaz.
Cuando falta un año para las generales -Sumar no concurrirá a las municipales y autonómicas- la distancia entre los morados y Díaz es muy grande y, según Podemos, hay mucha gente diciéndole a la líder de Sumar que le iría mejor sin ellos.
Para éstos, la unidad de la izquierda es un objetivo claro, pero para eso, apuntan, hay que tener voluntad política, que es lo que le están demandando a la vicepresidenta. También precisan que hace más de un año que, por ejemplo, la ministra de Igualdad, Irene Montero, no se ve con Díaz. Con Ione Belarra, secretaria general de Podemos, en cambio, la comunicación es habitual para el trabajo dentro del Consejo de Ministros.