Podemos intensifica su ataque a la gran distribución y da por hecha la intervención de precios
Aunque la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, calificó a Juan Roig de "capitalista despiadado", el presidente del Gobierno y los socios habituales se han desmarcado de esta afirmación
Por muchas buenas cifras económicas que trufen las intervenciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se encuentra de precampaña electoral presumiendo de hitos en el empleo o en la recuperación tras la pandemia, hay un dato que no consigue Moncloa que remita a los niveles previos a la crisis: la inflación, que, aunque ahora ya controlada, sigue generando un shock entre los precios de hace un año con respecto a los de hoy. Es por ello que Podemos, socio minoritario, piensa mantener una batalla hasta el final con lo que consideran que será una de sus medidas estrellas en este tramo final de la legislatura: el tope a los alimentos.
Así lo afirman fuentes de la dirección de la formación morada a Economía Digital, que dejan caer que sus planes pasan por una apuesta total por esta medida. Sobre todo, porque «aunque le cueste un par de meses, el PSOE acabará por subirse». De hecho, las mismas voces recuerdan que es el modus operandi básico de los ministerios socialistas para las medidas sociales de los últimos tiempos que fueron ideas generadas por Podemos y acabaron siendo medidas aprobadas por la totalidad del Consejo de Ministros, como la bajada del IVA al gas o las rebajas a los transportes.
El sentir en Podemos es que se necesita llegar a este punto para convencer a su socio mayoritario de que es una medida conveniente para los ciudadanos, pero también en calidad de electores. Así, dan por hecho que sucederá y que se conseguirá intervenir los precios de los alimentos, al igual que ganaron la batalla al PSOE y Moncloa intervino el mercado eléctrico, el de la vivienda y el del transporte público.
El «capitalismo despiadado» de Mercadona
De hecho, no piensan cejar en su empeño. Los líderes de Podemos intensificarán la campaña que ahora han arrancado con perfil bajo a nivel institucional, aunque haya subido unos decibelios en el plano orgánico, donde la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, en calidad de secretaria general de los morados, acusó al dueño de Mercadona, Juan Roig, así a como a otros empresarios de la gran distribución, de ejercer un «capitalismo despiadado».
Después le siguió el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, aunque tanto el presidente del Gobierno como la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, además de los socios habituales de la coalición -Más País, Compromís- no se sumaron a la calificación. De hecho, Moncloa le dio un toque a Belarra, pidiéndole «contención».
Pero los morados no van a dejarlo ir. Así, este martes, en el Congreso, Echenique se dirigió directamente a Pedro Sánchez para reclamarle que evite que otros «decidan lo que pueden o no comer las familias españolas», aunque a final de año el Gobierno aprobara un real decreto que incluía una rebaja del IVA a los alimentos de primera necesidad.
Moncloa apoya al sector
Sin embargo, la postura del Gobierno está clara. A puerta cerrada, fuentes de Moncloa aseguran que la rebaja del IVA se está cumpliendo, en virtud de un informe que lo avala por parte de la Comisión Nacional de Competencia. En público, durante la tradicional rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes, el tono es similar: la ministra portavoz hizo una defensa cerrada de Juan Roig y del sector, así como a los «trabajadores de la distribución».
Rodríguez recordó que este sector dio su «mejor versión» ante la adversidad en la pandemia y fue esencial al garantizar que todos los productos de primera necesidad llegaran a los consumidores a pesar de todas dificultades. «Nuestro reconocimiento a los empresarios que lo sostienen y a los trabajadores que también en aquellos momentos fueron esenciales y pusieron en riesgo su salud para cuidarnos a todos nosotros», señaló.
También hizo referencia Rodríguez al «diálogo permanente» del sector con el Ministerio y su apoyo en iniciativas importantes como la que se debate esta tarde en el Congreso de bajar el IVA de los alimentos para intentar rebajar el impacto de la inflación alimentaria. La consigna oficial es clara: «no desviar la atención» de «lo importante», que es atender a las familias para que puedan hacer frente a la situación económica actual. Pero Podemos sonríe: el debate está en la calle y consideran que tienen las de ganar.