Podemos, ante el 28-A: sin apoyos y en sus horas más bajas
Otra crisis en Podemos: las bases respaldan por la mínima los acuerdos para concurrir a las elecciones generales del 28 de abril
Podemos logró reeditar con IU y Equo los acuerdos para concurrir a las elecciones generales del 28 de abril, aunque en esta ocasión con menos apoyo de las bases de ambas formaciones. Por el camino se dejó la confluencia en Galicia con En Marea, y en la Comunidad Valenciana con Compromís.
La formación de Pablo Iglesias afrontó estas negociaciones con las encuestas a la baja y un CIS que le da en cuarta posición, un escenario opuesto al de junio de 2016, cuando la formación morada tenía una marca sólida y expectativas de adelantar al PSOE.
Si entonces el 84% de las bases de IU apoyaron el plan del coordinador federal, Alberto Garzón, de confluir con Podemos, en esta ocasión solo un 61% de los votantes en la consulta ha apostado por unirse. Votaron 20.000 personas, casi el doble de las 10.387 que participaron ahora.
Unos datos que, según reconoce un miembro de la dirección, son «malos» para Garzón y muestran cierto «cabreo» con el dirigente, que ha logrado situar a Enrique Santiago como número 3 en Madrid pero no a su candidata Esther López Barceló, que perdió las primarias para ser la segunda de Unidas Podemos por Valencia.
El Partido Comunista de España (PCE) se garantiza ahora dos de los tres puestos de salida que tendrá IU en Unidas Podemos: al del número 3 por Madrid se suma el 2 de Valencia para Roser Maestro.
Respaldo mínimo a Podemos
También los afiliados y simpatizantes de Equo ratificaron esta semana por la mínima –un 51,7 %– el acuerdo de coalición alcanzado con Podemos para las elecciones generales del 28 de abril, que solo da a la formación ecologista un puesto de salida –el de Juantxo López de Uralde– frente a los tres diputados que tiene ahora.
En Galicia, Podemos no ha logrado reeditar el pacto que en 2016 le llevó a presentarse con En Marea, y en esta ocasión confrontará en las urnas con el partido de Luís Villares, que se queda además con la marca de 2016.
Yolanda Díaz será previsiblemente la candidata de En Común Unidas Podemos, el nombre de la alianza electoral de Podemos con IU y Equo a la que tampoco se sumará Anova del histórico Xosé Manuel Beiras, que no participará en las generales.
Si en la Comunidad Valenciana Compromís rechazó ir de nuevo en coalición con Podemos, en Cataluña se reeditará el pacto con Catalunya en Comú –el partido de Ada Colau– para el 28-A pero en un contexto de división, puesto que el sector soberanista liderado por Joan Josep Nuet se fue a Esquerra Republicana.
Las bases de los ‘comunes’ ratificaron la propuesta para concurrir junto a Podemos en las elecciones generales en una consulta que bendijo a Jaume Asens, afín a Iglesias, como candidato al Congreso por Barcelona. Otros partidos que también se suman a la confluencia son en Navarra ‘Batzarre‘ y en Huesca ‘Alto Aragón en Común‘.
Además, en Navarra, se ha conformado la candidatura conjunta al Senado Cambio-Aldaketa con Geroa Bai, EH Bildu y Izquierda-Ezkerra y en Mallorca la marca será Unidas Podemos Veus Progressistes.
Hay optimismo en Podemos, pese a la crisis
Pese a las fugas, la dirección de Podemos se muestra orgullosa de haber reeditado el «acuerdo histórico» del 26-J, que le llevó a obtener 71 escaños y más de cinco millones de votos.
Con su unión, IU y Podemos perdieron entonces 1,2 millones de votos respecto a los comicios de diciembre de 2015, en un resultado que Iglesias calificó de «no satisfactorio» pero que de reeditarse ahora sería un éxito absoluto para Unidas Podemos, según admiten dirigentes de la formación.
A todos los que entonces depositaron en las urnas las papeletas de Unidos Podemos apelará en la campaña, con el ánimo de demostrar que su paso por el Congreso ha visibilizado que sus principios son los mismos que los de cuatro años atrás y que no tienen miedo a enfrentarse a los poderosos, explican varias fuentes de la formación morada.
Además de alertar del retroceso que supondría un gobierno de las tres fuerzas de la derecha –PP, Cs y Vox–, Podemos confrontará al PSOE para demostrar que siempre acaba cediendo frente a los poderes económicos a diferencia de la formación morada, que apelará además a los indecisos para tratar de combatir el efecto de las encuestas.