Podemos, a Sánchez: estáis vulnerando el pacto de coalición
La política migratoria –controlada por el PSOE– provoca tensiones con los de Pablo Iglesias, que alertan que se está incumpliendo el acuerdo de coalición
En el ecuador del segundo mes del Gobierno de coalición, Unidas Podemos y PSOE han descubierto una brecha relevante. «Endurecer la ley contra las personas que vienen a trabajar a nuestro país huyendo del hambre o de la guerra, o elogiar sentencias que avalan la violación de sus derechos humanos no solo es lo contrario que figura en el acuerdo de coalición, es además lo contrario de lo que desean la inmensa mayoría de los votantes», han avisado fuentes parlamentarias del partido de Pablo Iglesias a los de Pedro Sánchez, que intentan apagar el incendio cuanto antes.
La pacienda de la formación morada se colmó este miércoles, tras la filtración del borrador de una presunta ley de asilo con severas restricciones para los solicitantes. La reacción de los socialistas a la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) sobre las devoluciones en caliente hizo flaco favor a la causa. Por si fuera poco, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que elevará la altura de las vallas de Melilla y Ceuta en un 30%, y ha defendido deportaciones forzosas de potenciales refugiados a Mauritania, lo que tampoco ayuda.
La política migratoria es uno de los aspectos fundacionales de Podemos, y el PSOE se comprometió a asuntos relativos en el acuerdo. «Promoveremos una política europea de inmigración justa y solidaria a través de laarticulación de vías legales y seguras, que respete los derechos humanos y garantice las libertades y principios de la UE para todas las personas», reza, por ejemplo, el punto 11.4 del pacto. «Se elaborará una nueva Ley de Asilo que se adapte a los nuevos retos de la movilidad global y que tenga en cuenta las nuevas realidades sociales», añade.
Sin embargo, el borrador de la futura ley de asilo en el que ha trabajado Grande-Marlaska más bien endurece los requisitos para conceder esta protección, una línea que para Podemos es simplemente «errónea», según el eurodiputado Ernest Urtasun. «Parece más una ley de fronteras que una ley de asilo». Y para los de Iglesias el borrador es propio de un ministro que, tras la sentencia del TEDH que avaló las devoluciones en caliente, dijo que «la violencia de los migrantes es un límite a sus derechos fundamentales». Una retórica en la que no encaja Iglesias.
Tras seis semanas de una unidad de Gobierno en apariencia forzada, pero unidad a fin de cuentas, se abre una grieta destacable en la Moncloa. Las declaraciones de dirigentes de Podemos sobre la polémica sentencia del TEDH, por ejemplo, son antagónicas a las de los cargos del PSOE. El portavoz de la ejecutiva de Podemos, Rafael Mayoral, la calificó de «impresentable», mientras que el portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique, consideró que «a una personas que defienda los derechos humanos, no le puede parecer bien».
La raíz de las discrepancias
El País informa de que la tensión entre Unidas Podemos y PSOE inició el pasado viernes, cuando Sánchez convocó una reunión a la que asistieron, entre otros, Iglesias y Grande-Marlaska. El tema del encuentro precisamente era la política migratoria, y cuando se habló sobre la sentencia del TEDH sobre las devoluciones en caliente el ministro de Interior mantuvo las posiciones más tajantes, según han asegurado fuentes conocedoras de la reunión a ese periódico. Los representantes de Podemos no ocultaron su disgusto entonces, y no lo hacen ahora.