Pistoletazo electoral: Sánchez exprime perfil internacional para noquear la protesta de PP y Vox
Convocada por asociaciones civiles, Vox ha confirmado su presencia, así como algunos miembros del PP, pero ni Feijóo ni Ayuso acudirán para no "comprarle el marco" al Gobierno
Puede que, a priori, pareciera que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lleve unos días de agenda más relajada, con menos titulares, una actividad más calmada, pero lo cierto es que las imágenes que ha ido recopilando en las últimas jornadas, de Davos a la cumbre hispanofrancesa en Barcelona, de la mano de Emmanuel Macron y con la dualidad de ERC al aire, son sólo un paso más en un movimiento mucho más grande: la vuelta de la imagen presidenciable, internacional, que sólo él puede ofrecer en estos momentos, para cambiar el marco e impulsar de nuevo su marca tras los desgastes de las reformas penales.
Según fuentes de la dirección socialista en conversación con Economía Digital, el modelo no es más que insistir en el proyecto de centro izquierda, para interrumpir el viraje que el Partido Popular intenta hacer hacia este campo. Es por ello que la estrategia para exprimir al máximo la polémica con el aborto en Castilla y León y hacer ver qué es lo que sucede cuando se le da carta de naturaleza a Vox -no intentar hablar de que viene el lobo, sino mostrar qué sucede cuando el lobo ya está aquí– sólo ha sido un primer paso, dado que, en propias palabras de fuentes del Gobierno, es un «win-win [una situación beneficiosa en cualquier caso]».
La segunda parte de ese plan pasa por poner el foco en los que, efectivamente, se manifestarán este sábado en la Plaza de Cibeles de Madrid en contra del propio Sánchez y sus últimas medidas. Convocada por varias asociaciones civiles, la plana mayor de Vox ya ha confirmado su asistencia, así como otros políticos como Cayetana Álvarez de Toledo (PP), Rosa Díez o María San Gil (PP). Sin embargo, ni el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ni la baronesa madrileña, Isabel Díaz Ayuso, acudirán. Y fuentes de Génova admiten que aún no han decidido a quién mandarán en representación de la dirección popular a hacer acto de presencia.
Feijóo «no caerá en la trampa»
La idea de Feijóo, deslizan desde su entorno, es «no caer en la trampa» de forzar una nueva foto de Colón, y ser enmarcados en un territorio que ellos aspiran a ampliar. Es por ello que los socialistas van a hacer sangre ahí, en las junteras, y demostrar que la imagen de «moderación» del PP no es tal, sino pura fachada, porque después «aprueban lo que aprueban». Y en esa lucha por el centro se librará la gran batalla de mayo, que decidirá quién tiene las mejores cartas para conseguir la Moncloa en diciembre.
La idea de la dirección popular es convertir la papeleta del PP el próximo mes de mayo en una opción trasversal, que aunara desde la derecha a la izquierda desilusionada. El PP es consciente de que las elecciones se ganan por el centro, y ahí se dirige con moderación y nuevos fichajes, sin entrar en polémicas que les pueden hacer daño, como el aborto, algo que ni siquiera incluirán en el programa marco electoral para mayo. Y, si las cosas no suman, contar con Vox, pero siempre y como se está evidenciando en el gobierno de Castilla y León, sin hacerles demasiado caso.
La idea que Génova quiere vender está clara: replicar la mayoría absoluta que Juanma Moreno consiguió en Andalucía acercándose y abrazando el centro, resignificando banderas ideológicas que tradicionalmente estuvieran ligadas a la izquierda -la apuesta por la sanidad y la educación públicas, la lucha contra el cambio climático- combinadas con un mantra fiscal ineludible: no subir los impuestos y bajarlos siempre que sea posible. Y ahí no se va a dejar desviar por nadie.
El PSOE busca generar un marco como en Andalucía
En la dirección de Génova no olvidan que no ganan unas elecciones generales desde 2016, y que fue precisamente el ticket liderado por Rajoy el que convenció a la gran última mayoría de españoles, que, desde aquel entonces, no ha vuelto a votar una misma papeleta de forma masiva. Aquellos eran Ejecutivos más tecnócratas que ideológicos, más grises que espectaculares, más de resultados que de consignas. Y eso, precisamente eso, pero con la pátina de un proyecto pegado a la España que es hoy, es lo que ansía Feijóo.
Pero en el PSOE también están dispuestos a comprar ese marco andaluz, con Vox como principal ataque. Fuentes de Ferraz dicen haber aprendido la lección de las elecciones de Andalucía del mes de junio, donde no consiguieron recuperar la comunidad y el PP, precisamente, sólo necesitó abrirse al centro izquierda para conseguir una mayoría absoluta. Es decir, hacer su versión 2.0.
Para la dirección socialista, «es cuestión de que los nuestros vayan a votar». Con eso, consideran que tienen sus deberes hechos… y confiando en que Vox continúe con la senda de no parar de generarles fuegos ideológicos a su adversario, porque les obligará a retratarse una y otra vez.