Aragonès vende diálogo a los empresarios en su debut en el Cercle como ‘president’
El empresariado afea a Aragonès que plante a Mario Draghi el próximo viernes para irse a Waterloo a reunirse con Puigdemont
«Empecemos a caminar». Con esta frase, el president Pere Aragonès ha resumido frente al empresariado catalán y el Ibex 35 su apuesta por apuntalar la vía de diálogo, pese a las discrepancias en la receta que ambos lados de la mesa tienen para solucionar la crisis catalana. Un guiño a las puertas de los indultos para los líderes independentistas presos.
El president ha reiterado su compromiso con esta vía en la inauguración de la XXXVI reunión del Cercle d’Economia , tal y como le han pedido los miembros de esta organización, que han apoyado abiertamente las medidas de gracia que el Gobierno de España concederá a los nueve reos condenados en el Tribunal Supremo por lo acontecido en octubre de 2017.
El mandatario catalán ha reconocido que esta vía tendrá «muchas dificultades», y ha pedido valentía al Ejecutivo de Sánchez para abordar el conflicto desde el respeto a la diversidad. “El estado tiene la obligación de presentar su propuesta. A partir de aquí, contraponer modelos, avanzar en este proceso que no será fácil«.
La Generalitat ha apuntalado la ‘vía Sánchez’, aunque sin renunciar a su postura de máximos para solucionar el conflicto político: amnistía y autodeterminación. Aragonès ha pedido que esta vía política para resolver el conflicto cuente con el aval de la «sociedad civil», a quien interpela frente al escepticismo del independentismo más duro y de parte del constitucionalismo.
Hay un matiz importante. Desde la asunción de Aragonès de la existencia de profundas discrepancias entre los Ejecutivos catalán y español, donde cada cuál planteará su solución de máximos, el president ha defendido que la solución –sea la que sea– deberá ser ratificada por la ciudadanía de Cataluña.
El Cercle aplaude los indultos
Aragonès se erige con un perfil más moderado y comedido que entierra la vía Torra, con el agrado de unos empresarios que a través de Javier Faus le han exigido diálogo siempre dentro del orden constitucional. Y es dentro de esos mecanismos legales que el Cercle apoya los indultos, así como la exigencia de «gestos de ida y vuelta» entre ambas administraciones.
Faus, en la inauguración, ha pedido no desaprovechar esta «oportunidad de concordia» con el objetivo de dibujar «un mañana en común donde nos reconozcamos dentro de la diversidad», con apelaciones al reconocimiento plurinacional de España y una transformación territorial en clave federal.
El empresariado catalán ha pedido una España «menos francesa y más alemana», que permita «no ver la diversidad como una amenaza, sino como una oportunidad». Un ruego que el Cercle d’Economia ha lanzado frente a pesos del Ibex35, como la presidenta ejecutiva del Santader, Ana Botín, el de Telefónica, José Mª Álvarez Pallete, o el de Inditex, Pablo Isla.
Una vía que también ha apuntalado la alcaldesa de Barceona, Ada Colau. La primera edil de la capital catalana ha defendido la «desjudicialización» de la política frente a los inminentes indultos: «Por fin podemos ser optimistas». Además, se ha erigido como figura de consenso –pese a los fuegos abiertos en Barcelona–y ha pedido que se siga ejemplo de sus «dinámicas».
El plantón de Aragonès a Sánchez y Draghi por Puigdemont
Aragonès también ha recibido críticas del empresariado, que en el turno de preguntas abiertas le han afeado que se vaya a Waterloo a reunirse con Puigdemont mientras Pedro Sánchez hace la clausura del acto con la entrega del premio Europa del Cercle, que se otorgará el próximo 18 al presidente italiano Mario Draghi.
«La agenda institucional es bastante intensa», ha sentenciado el president. Aragonès ha asegurado que el Govern «estará presente como no puede ser de otra manera en este acto, y en todos los ámbitos que impliquen a los intereses de la ciudadanía de Cataluña», y ha reconocido la labor de Draghi al frente del del Banco Central Europeo.
Faus le ha pedido al final de la intervención que se quede a saludar al rey Felipe VI, que asistirá al acto político, acompañado del presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, que estará presente en la cena inaugural de este foro económico que se había celebrado en Sitges durante los últimos años.