Pere Aragonès suaviza el tono del independentismo
Junts le recuerda al candidato de ERC que será "el presidente del 52%" mientras Illa ironiza sobre la debilidad del nuevo Govern
Mano tendida a los Comuns para políticas sociales y sin pronunciar «embiste democrático». Aragonès ha planteado su intervención con perfil bajo, con un discurso poco incendiario incapaz de provocar atisbo de enfado en Junts y la CUP –sus socios de investidura y legislatura– y tampoco de los de Jéssica Albiach.
Aragonès ha vuelto a apelar a la vía amplia de la campaña, y mientras recordaba que está aquí para «culminar la independencia», también ha focalizado parte de su intervención en la priorización de la estrategia de diálogo para un nuevo referéndum, y en políticas sociales para hacer un «cambio profundo» en la sociedad.
“Por primera vez, Cataluña tendrá un presidente a la vez de izquierdas e independentista, para dar respuesta a la amplia mayoría a favor de de la amnistía y la autodeterminación”, ha explicado un Aragonès que sin mencionar explícitamente a Abliach le ha pedido «que no se oponga a nada».
Aragonès contenta a todos
El independentismo, como el país, es plural y es diverso. Y eso, pese a las dificultades que comporta, también es nuestra principal fuerza”, ha explicado. Algo que le ha comprado Batet, al anunciar su voto favorable al nuevo Govern, recordando que ERC y Junts no tienen ninguno de los dos 68 diputados, y que la cesión entre ambos ha sido la base del acuerdo.
Pero Aragonès, dispuesto a contentar a todo el mundo, ha dejado abierta la vía de «confrontación cívica y pacífica» que piden tanto Junts como sobre todo la CUP. El futuro president pretende “forzar al Estado a asumir la realidad hasta ahora negada”, algo que a su juicio pasa por la amnistía y la autodeterminación.
Salvador Illa, ‘una de cal y otra de arena’
Dos ideas que el PSC no quiere ni abordar. Salvador Illa se ha apresurado en recordar que plantear como solución al conflicto una amnistía y autodeterminación solo «generará frustración». El líder socialista ha emplazado a Aragonès a quitar límites de tiempo con la mesa de diálogo, tras el tope de dos años antes del nuevo desafío que ha impuesto la CUP.
Illa se ha estrenado como jefe de la oposición con un tono muy conciliador. El candidato socialista le ha dado a Aragonès lo popularmente conocido como ‘una de cal y una de arena’. Mano abierta para apoyar al Govern con temas relacionados con la pandemia, y fiscalización desde el día 1 a la acción política ordinaria y al proceso independentista.
También, ha metido el dedo en la llaga de la mala relación de ambos partidos en el Govern. “Hemos vistos carreras para descartarse del Govern”, ha ironizado Illa sobre la renuncia de Elsa Artadi a ser vicepresidenta. Además, ha advertido del “fracaso” de una legislatura donde Junts y ERC no han tenido ningún problema en airear desconfianzas.
Batet: «Es usted el presidente del 52%»
Quien sí que le ha puesto deberes a Aragonès ha sido su socio en la Generalitat. El portavoz de Junts, Albert Batet, le ha insistido al futuro «presidente del 52%». El diputado ‘juntero’ ha querido también escenificar unidad, tras dos meses de desencuentros y acusaciones de deslealtad por ambos lados.
“Los partidos independentistas , por separado, perdieron las elecciones, pero la suma ganó con más fuerza que nunca. La ciudadanía nos dio un mandato muy explícito, unidad para que Cataluña tenga un gobierno independentista fuerte y estable”, ha explicado Batet en su intervención.
Batet ha asegurado que la lealtad es lo que les mueve a dar «una oportunidad a la mesa de diálogo y negociación con el Estado», aunque defienden que el margen de pacto «tiene posibilidades de éxito limitadas»: «Ningún gobierno español, ni del PP ni del PSOE, ha abierto una vía de diálogo. El ministro Iceta, que es catalán, rechazó el referéndum”.
Aragonès se enfrentará este viernes a la segunda parte del pleno, donde todavía tienen que intervenir Vox, la CUP, los Comuns, Cs y el PP. Será después del debate cuando la mayoría independentista de 74 diputados lo invista, lo que lo convertirá en el primer presidente de la Generalitat de ERC desde 1980, cuando Tarradellas fue relevado por Jordi Pujol.
Albiach se desmarca de la vía amplia
ERC se ha propuesto el reto de seducir a los Comuns a su mayoría, aunque de momento con escaso éxito. Aprovechando un receso, Jéssica Albiach ha dado una breve rueda de prensa para contestar a Aragonès. La líder morada ha explicado que el nuevo Govern es “más de lo mismo”, puesto que “el orden de los factores no altera el producto”.
Albiach ha lamentado que Aragonès no haya “pedido perdón”, y ha lamentado que el Govern que surgirá de esta investidura sea el mismo del que recelaba semanas atrás, cuando pedía únicamente un pacto de investidura para un gobierno en minoría. Además, ha insistido en que Junts controla el 60% de las cuentas.