Los pensionistas más perjudicados con la reforma de Escrivá
Si bien las mujeres y las personas que trabajan en condiciones precarias son algunos de los colectivos más beneficiados por la reforma, otros se verán considerablemente perjudicados
La reforma del sistema público de pensiones está cada vez más cerca de convertirse en una realidad. Recientemente, el Consejo de Ministros aprobó la propuesta con el respaldo de los sindicatos CCOO y UGT, pero con el rechazo frontal de la patronal CEOE. Si bien la aprobación se llevó a cabo como Real Decreto-ley, el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se abrió a tramitarla como proyecto de ley en el Congreso para que las distintas formaciones puedan negociar la introducción de enmiendas.
Entre las distintas medidas adoptadas destaca el sistema de cómputo dual, que comenzará a aplicarse el próximo año y se mantendrá vigente hasta 2040. Concretamente, consiste en el cálculo de la base reguladora de la pensión en base a los últimos 25 años cotizados, o bien, los últimos 29 años, excluyendo los dos peores de cotización. Sin embargo, no será la persona interesada en jubilarse la que realice la elección entre estas dos opciones, sino la Seguridad Social, que escogerá la opción que resulte más beneficiosa para el trabajador.
Para cubrir las lagunas de cotización, un término que hace referencia a los meses sin cotización, no solo seguirán computando con la totalidad de la base mínima durante los primeros cuatro años, sino que a partir de entonces lo harán al 50%. Asimismo, a las mujeres que hayan trabajado por cuenta ajena se les aplicará la totalidad de la base mínima entre el cuarto y el quinto año que no hayan cotizado, si bien el porcentaje se reducirá al 80% entre el quinto y el séptimo año.
La reforma también contempla el destope de la base máxima de cotización y la pensión máxima, que no se eliminará de forma definitiva, pero sí se irá subiendo de forma progresiva. En relación con la base máxima de cotización se actualizará y vinculará a la revalorización de las pensiones, en consonancia con la evolución del IPC internual medio, más un incremento extra anual del 1,2%, entre los años 2025 y 2050. Sin embargo, en el caso de la pensión máxima, también se elevará acorde al IPC más un 0,115% a lo largo del mismo periodo.
Otra de las iniciativas es la mejora de las pensiones mínimas contributivas. En concreto, se ha propuesto que alcancen el 60% de la renta media. También pretenden que las pensiones no contributivas crezcan hasta converger en 2027 con el 75% del umbral de la pobreza calculado para un hogar formado por una única persona.
¿A quién perjudica?
Las personas con una carrera profesional marcada por condiciones precarias, así como las trabajadoras mujeres, serán los colectivos más beneficiados por la reforma del sistema público de pensiones. Teniendo en cuenta que acostumbran a verse en la necesidad de pausar la actividad laboral, por ejemplo por el cuidado de los hijos, el doble sistema de cómputo les beneficiará considerablemente a la hora de percibir la prestación económica. Otro de los colectivos beneficiados será el de las personas que perciben una pensión no contributiva, que verán incrementada la cuantía en torno a 500 euros mensuales, tal y como destaca el diario La Información.
En contraposición, uno de los principales colectivos más perjudicados será el de los trabajadores asalariados. La introducción del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), que substituirá al Factor de Sostenibilidad y se ha impulsado bajo el propósito de contar con los recursos suficientes para garantizar las pensiones de la generación del baby boom, conllevará un incremento del 0,6% al 1,2% desde el próximo año.
Los empresarios también se encuentran entre los más perjudicados por la reforma. Pues, las cotizaciones máximas se elevarán un 38% hasta 2040, lo que ha provocado un notable descontento en la patronal dirigida por Antonio Garamedi, que ha afeado al Gobierno su «voracidad recaudatoria».