Pedro Sánchez y Yolanda Díaz usan la moción de Vox para someter a Podemos
La idea fue repartir los roles con Díaz desde el principio: hacer Sánchez un repaso de la acción de Gobierno y ella una intervención política
En la preparación en Moncloa de la moción de censura registrada por Vox y con Ramón Tamames de candidato había una serie de ítems claros desde hacía una semana: primero, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participaría en la sesión; segundo, que repartiría sus turnos con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y tercero, y más importante, que de este martes tenía que salir un mensaje nítido de cara a los ciudadanos: que el Gobierno seguía hacia delante a pesar de las polémicas y que la persona de referencia en el espacio a la izquierda del PSOE es y sólo puede ser Díaz, la ministra de Trabajo.
La tensión que Podemos vive dentro del Ejecutivo continúa ahí pese a los esfuerzos de dejar ver todo lo contrario de puertas para afuera. El foco del que gozó Díaz dentro de la estrategia pactada entre Moncloa y el equipo de la vicepresidenta, que implicaba un reparto de roles entre Sánchez y ella, no convencía a los morados, que ya andaban molestos por el anuncio de la ministra de la puesta en marcha de su candidatura con Sumar, su plataforma electoral.
La satisfacción era total en Moncloa, según las fuentes del Gobierno. «Ha ido muy bien. Seriedad y respeto. Nos ha permitido lo que andábamos buscando: poner en valor la acción del gobierno. Lo que hemos hecho y lo que queda por hacer», valoran desde el equipo de Sánchez. De hecho, admitían una puesta en escena «de mucha sincronización en un gobierno progresista para que los ciudadanos vean nuestra acción y que frente a eso no hay nada».
Podemos, relevado
¿Dónde quedaba Podemos en esta ecuación que está proyectando Moncloa? Relevado. De hecho, la encargada de intervenir en representación de los morados ha sido la diputada Lucía Muñoz, que aprovechó para atizar al PSOE en su alocución. «El fascismo muere y pierde con las políticas valientes y leyes ambiciosas» como regular la cesta de la compra, una ley de familias, un acuerdo para mantener el consentimiento en el centro del Código Penal o incrementar los salarios mínimos, a ojos de su grupo. Pero poco más.
Moncloa es muy consciente de que para reeditar el Gobierno necesitan un bloque fuerte, con un espacio a su izquierda que genere ilusión y movilice. Ahí se encuadra la decisión de Sánchez de repartir sus roles con Díaz. Cualquier posibilidad para ambos pasa por ahí y era lo que tocaba ejemplificar. Ya desde la pasada semana los equipos sincronizaron las intervenciones y repartieron los papeles: Sánchez ha realizado un ejercicio de memoria y ha repasado la acción legislativa del Gobierno y Díaz ha dibujado una ruta ideológica en un tono marcadamente electoral.
Además, la presentación en sociedad de Yolanda como candidata es avalada por el resto de actores políticos de izquierdas, con una reacción entusiasta de IU, los ‘comunes’ o Más Madrid valorando el paso adelante parlamentario como una «intervención de oro» de Yolanda Díaz mientras Podemos guarda un silencio estruendoso. De hecho, sólo dieron retuit en el perfil oficial del partido, mientras que otros líderes como Rita Maestre (Más Madrid), Mónica García (MM), el ministro Alberto Garzón (Izquierda Unida) o Jaume Asens (perteneciente a la cuota de los comuns y presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso) lo celebraban de manera expresa.
El rol de Tamames en su primer día de moción
Desde primera hora de este martes, Ramón Tamames ha permanecido sentado en el escaño del líder de Vox, Santiago Abascal, y ha escuchado atentamente las intervenciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y de la mayoría de los portavoces parlamentarios. De hecho, el propio Abascal y Sánchez ni siquiera acudieron al Hemiciclo por la tarde. Sin embargo, el profesor que cumple 90 años en noviembre, replicó únicamente a Sánchez y muy brevemente a Díaz para instarles a que seleccionen sus temas y no se prodiguen en largos discursos que, en su opinión, son electoralistas.
Tamames, de profesión economista, no fue ajeno a la estrategia de Moncloa. Porque si Díaz aprovechó su discurso para loar expresamente a las ministras Ione Belarra e Irene Montero buscando tener un gesto tras las tensiones generadas por la convocatoria al acto de presentación de Sumar el próximo 2 de abril, evento al que Podemos ni siquiera ha confirmado su asistencia, el candidato usó su réplica para ironizar con que Yolanda Díaz había planteado «no solo un discurso interesante en muchos pasajes, sino también la presentación de un proyecto que se llamar Sumar».