Pedro Sánchez y Quim Torra intercambian nombres en busca de un notario
El Gobierno y la Generalitat avanzan en uno de los puntos que el independentismo exige para levantar su veto a los presupuestos generales del estado
No queda claro si es un mediador, si es un notario o si es un testimonio. Sí que está claro que Pedro Sánchez ha aceptado la exigencia del independentismo de incorporar la figura de un tercero al diálogo con Quim Torra y que ya se están intercambiando nombres.
«El Gobierno está muy incómodo con la palabra mediador. Hemos hablado de que sea más bien un testimonio porque lo que más nos interesa es dar fe de las conversaciones que mantenemos. Nos interesa más la figura notarial, por decirlo así», explicó este martes la portavoz de la Generalitat, Elsa Artadi.
Gobierno y Generalitat han consensuado, por tanto, en que la figura sea presentada ante la opinión pública como una especie de notario y, de hecho, ya han comenzado a manejar nombres. «Acordamos con la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, estudiar qué personas pueden hacer esta labor neutral y luego en concretar qué experiencia y qué reputación debe tener. Ya hemos enviado una lista de nombres», informó Artadi.
Una figura ajena al Gobierno
El acuerdo en este punto, por tanto, no parece ni mucho menos inalcanzable, ya que Sánchez ya ha aceptado lo más delicado: incorporar a una figura ajena al Gobierno la mesa de diálogo. «No hay un problema con que no sea mediador», zanjó la portavoz de la Generalitat.
Queda en el aire, eso sí, si esta figura neutral será sólo una o serán varias. «Queremos ahorrarnos la proyección de versiones diferentes de una misma reunión. Es necesario y es un paso adelante que se acepte la figura de la una persona o de varias persona: que estén siempre presente», celebró Artadi.
Y también queda pendiente saber si con el notario será suficiente para que el independentismo levante el veto a los presupuestos generales del estado, que es el principal objetivo de los ofrecimientos de Sánchez a Torra. «Los presupuestos no se tramitarán sin un un programa de trabajo, sin unos grupos definidos, sin un calendario y sin una figura neutral. Veremos si hay avance de aquí al 13-F», advirtió la portavoz de la Generalitat, señalando como fecha límite la votación de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos.