Sánchez se niega a aclarar dónde está Juan Carlos I

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha negado este martes a ofrecer detalles sobre las conversaciones que ha mantenido con Felipe VI antes de que Juan Carlos I se marchara de España. Sánchez ha situado en todo momento sus charlas con el Rey en el ámbito de la confidencialidad y tan siquiera ha aclarado dónde se halla el Juan Carlos I.

«Los asuntos de los despachos entre el jefe del Estado y el presidente del Gobierno son discretos y confidenciales», ha dicho Sánchez en varias ocasiones ante reiteradas preguntas tanto sobre el paradero del antiguo jefe de Estado («no tengo la información», ha llegado a decir) como sobre la intervención que ha tenido el Gobierno dentro de las maniobras de la Casa Real.

Aunque el presidente no lo ha admitido en público, ha dejado sobradas pistas de que estaba plenamente informado sobre la decisión de la Casa Real de apartar a Juan Carlos I del Palacio de la Zarzuela.

«El Gobierno manifiesta su absoluto respeto a las decisiones de la Casa Real y en concreto a la de distanciarse de supuestas conductas cuestionables y reprobables por parte de la Casa Real. Porque hay casos que pueden ser objeto de investigación judicial», ha dicho Sánchez.

En defensa de la Monarquía

En un mensaje muy medido para defender la monarquía parlamentaria, el presidente del Gobierno ha destacado que «en este país ha habido casos de corrupción de partidos y de agentes sociales y no se ha juzgado el sistema de instituciones». «Don Juan Carlos ha dicho que está a disposición de la justicia, como cualquier español. No se juzgan instituciones, sino a personas», ha afirmado Sánchez.

Se espera que a lo largo de las próximas horas la Casa Real aclare dónde se halla Juan Carlos I. La televisión portugesa TVI 24 lo ha situado en Estoril (Portugal), a 25 kilómetros de Lisboa. El diario ABC lo ha situado en República Dominicana. Y El Confidencial lo coloca en Azeitao, a 35 kilómetros de Lisboa y al otro costado del río Tajo respecto a Estoril.

Respecto a las discrepancias que mantiene con los ministros de Unidas Podemos sobre la salida de España del Rey, Sánchez se ha limitado a pasar por alto sin buscar mayor confrontación.