Pedro Sánchez pone la legislatura en manos de la Generalitat
La primera reunión bilateral entre el Ejecutivo y el Govern se producirá a los 15 días de la investidura, y se auditará que se apliquen los acuerdos
La investidura de Pedro Sánchez ha quedado encauzada para el 7 de enero. Si no hay sorpresas, .por ahora el presidente de Cantabria ya ha negado su apoyo– el líder socialista podría ser investido a la vuelta de Reyes, con la abstención de ERC. Los independentistas, a cambio de su no oposición, se han asegurado que el Govern marcará el ritmo de la legislatura al dar el visto bueno a un texto que anticipa que será Quim Torra -o el presidente que le suceda- y Oriol Junqueras, los que tendrán en sus manos los ritmos de la legislatura, que estará secuestrada desde el primer momento.
ERC, además de implicar a Quim Torra en el proceso de negociación con el futuro Ejecutivo, ha conseguido poner el «conflicto político catalán» por delante de cualquier otra tarea del futuro gobierno. Así, uno de los puntos firmados exige que se establezca un «calendario transparente». La mesa de diálogo que se va a crear «iniciará sus trabajos en el plazo de quince días desde la formación del Gobierno de España y establecerá plazos concretos para sus reuniones y para presentar sus conclusiones», apunta el documento.
Esta celeridad ya abre la puerta a que las demandas catalanas sean una parte clave del proyecto de Presupuestos de 2020. Para Sánchez, siempre ha sido clave gobernar con unas nuevas cuentas, que le permitan poner en marcha sus políticas, y que ERC se encargó de tumbar en 2019, provocando los dos procesos electorales que ahora conduce a España hacia una nueva sesión de investidura que arranca este sábado.
Además de este punto de partida, ERC también se ha asegurado que Cataluña marque el compás de toda la legislatura. El acuerdo consigna la puesta en marcha de lo que considera «garantías de cumplimiento», y en las que se irán midiendo los avances de la negociación en la que se hablará de todas la vías posibles para llegar a un pacto que tenga las demandas de los catalanes independentistas.
«La Mesa establecerá mecanismos para garantizar el inicio y mantenimiento de su actividad y el cumplimiento de los acuerdos», insiste. Este compromiso puede ser un arma de doble filo para la Generalitat, acostumbraba a ejercer una presión constante sobre el gobierno del Estado, que ahora se verá incrementada por la existencia de un acuerdo firmado, con el que presionar a lo largo de toda la legislatura y se abre a una validación vía «consulta»; incluso en un régimen jurídico que todavía no existe.
«En este espacio deberán buscarse acuerdos que cuenten con un apoyo amplio de la sociedad catalana. En este sentido, ambas partes se comprometen a impulsar la efectividad de los acuerdos que se adopten a través de los procedimientos oportunos. Las medidas en que se materialicen serán sometidas en su caso a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Catalunya, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político», apunta el texto.
«No judicialización»: ¿guiño a Junqueras, Torra y Puigdemont?
El documento, ademas, incluye que el proceso de diálogo sobre el futuro político de Cataluña evitará la judicialización del mismo. «Como cualquier conflicto de esta naturaleza, sólo puede resolverse a través de cauces democráticos, mediante el diálogo, la negociación y el acuerdo, superando la judicialización del mismo», apunta el documento.
ERC ya se ha cobrado por adelantado una parte de este compromiso, al demandar al Ejecutivo en funciones y como paso previo al acuerdo, que la Abogacía del Estado solicitara al Tribunal Supremo que Oriol Junqueras pudiera acudir a recoger su credencial de eurodiputado.
Torra, por su parte, está pendiente de su inhabilitación por no retirar los lazos amarillos y Carles Puigdemont, fugado de la Justicia española, este jueves ha logrado que la belga retirara la orden de extradición, tras reconocerle su inmunidad como europarlamentario.
El apoyo del PSOE y del resto de socios, el reto final hasta el martes
El acuerdo entre ERC y el PSOE debe ser validado por la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE se reunirá este viernes 3 de enero. Hasta el momento no han surgido excesivas voces críticas dentro del partido, pero la publicación del documento podría hacer resurgir voces disconformes.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que había condicionado su voto a que se eludieran los referéndums, ya ha comunicado que no le apoyará. Sin embargo Teruel Existe y Nueva Canarias sí estarían dispuestos a mantener su apoyo, lo que le permitiría ser investido por mayoría simple.