Sánchez pide un cheque en blanco hasta el fin de la pandemia
El presidente del Gobierno no ve el momento de hablar de sus equivocaciones. Antes quiere una "fotografía completa de la pandemia"
Pedro Sánchez quiere seguir a los mandos de la crisis del coronavirus sin afrontar las críticas por la caótica gestión de la pandemia. Ni por la falta de material sanitario, ni por la falta de rigor con el número de muertos, ni por la situación en las residencias, ni por nada. «Seamos todos prudentes y esperemos a tener la fotografía completa de la pandemia en todo el mundo», dijo el presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados en el que logró la prórroga del estado de alarma hasta mediados de mayo. Fue su respuesta a las constantes preguntas sobre si está dispuesto a admitir errores en la gestión.
Un día antes, el pasado martes, el PSOE puso trabas a la constitución de la comisión parlamentaria para la reconstrucción económica y social de España, pactada el lunes con el PP y que, de haber voluntad política, ya estaría activada. Uno de los escollos es que tanto los socialistas como los populares quieren hacerse con la presidencia de la misma. Por esta y otras razones la puesta en marcha de la comisión se ha retrasado a la próxima semana.
El PP deslizó ese martes que una de sus intenciones era que desde esa comisión se investigase la gestión del Gobierno, pero el PSOE ya tiene asegurada una mayoría para que la mencionada comisión no se dirija a la depuración de responsabilidades. Cuenta, entre otros, con el apoyo de Ciudadanos, que quiere que este mecanismo sólo sirva para pactar medidas inmediatas para paliar la crisis y no para poner en aprietos all Gobierno porque, argumentan, hay otros espacios en la Cámara para controlar al Ejecutivo.
Sánchez consideró que no es tiempo para la autocrítica y, a la vez, anunció nuevos giros en su gestión. «Vamos a rectificar en muchas decisiones a lo largo de los próximos meses», avanzó. «Efectivamente, tendremos que rectificar y eso en una crisis como la que estamos viviendo no es síntoma de descoordinación ni de desgobierno, sino afrontar con humildad decisiones que inciden en el día a día de los ciudadanos», dijo para diluir la aparatosa contradicción de su Ejecutivo con el desconfinamiento de los menores.
Ante las interpelaciones de Casado sobre la falta de autocrítica del Ejecutivo, Sánchez concedió que el Gobierno ha «cometido errores», pero «también aciertos». Y mencionó, entre ellos, poner la respuesta al coronavirus al servicio de la ciencia, el escudo que ha usado desde que comenzó la crisis. «Yo creo que no hay ningún gobierno que no pueda decir que no ha cometido ningún error», insistió, tratando así de socializar sus meteduras de pata. Esta seguirá siendo, previsiblemente, la estrategia de Sánchez para seguir en Moncloa.
Sánchez pide tiempo
En una de sus intervenciones este miércoles en el Congreso, el presidente anotó algunas de las lecciones que dice haber aprendido de la pandemia. Habló, por ejemplo, de que el virus afecta especialmente a las personas mayores y con patologías previas, y que España, con más de un 20% de población mayor de 65 años, es vulnerable en este sentido en comparación con países como Alemania, Italia y Francia. «Este dato es significativo pero todavía no lo explica todo porque Alemania tiene índices completamente distintos, por tanto necesitamos saber más y para ello será necesario el tiempo», dijo.
A juicio de Sánchez, «no tiene sentido por ejemplo comparar comunidades o países, y mucho menos ahora». «Lo cierto es que la Covid-19 es todavía para la comunidad científica un iceberg, que tiene más parte sumergida que a la vista, y desconocemos de ella mucho más de lo que sabemos, por eso ruego que no se saquen conclusiones simples a problemas complejos», pidió el presidente, que, a su vez, se sacudió las críticas sobre que el Gobierno no ofrece datos reales señalando que «no conocemos datos reales de ningún lugar del mundo».
Pese a pedir que se eviten las comparaciones, Sánchez utilizó el ejemplo de Alemania para asegurar que «el sistema de salud importa, el número de camas importa, la atención primaria importa, el número de profesionales sanitarios importa, las camas UCI importan, la cobertura universal importa». «Por eso», dijo, «Alemania apenas ha visto tensionado su sistema de salud y en España en algunas comunidades autónomas más que en otras estamos al borde del colapso», utilizando este argumento para asegurar que «ahora tenemos que decidir qué sistema de salud queremos para el futuro».