Pedro Sánchez juega al despiste con la fecha para los indultos

El presidente se enquista en el argumento de la "concordia" para defender los indultos, a los que califica como "una solución de los problemas"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros. EFE

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Pedro Sánchez no ha dado ninguna pista sobre cuándo debatirá el Consejo de Ministros la concesión de los indultos a los políticos independentistas presos por el juicio del ‘procés’. El presidente del Gobierno ha eludido posicionarse de forma definitiva sobre el resultado de la deliberación, en su primera declaración mediática desde que el Tribunal Supremo mostró su rechazo con la medida de gracia.

El líder socialista ha justificado su posición ambigua en la necesidad de conceder más tiempo al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, para que analice detenidamente los informes que han elaborado el Tribunal Supremo, la Fiscalía y la Abogacía del Estado. Ninguno de ellos es favorable a la excarcelación de los responsables del referéndum de independencia del 1 de octubre de 2017. Sobre la mesa ya tienen once expedientes. «Tienen que construirse, armarse bien, fundamentarse bien. Dejemos al Ministerio trabajar», ha argumentado.

Sánchez no ha querido mostrarse ya decididamente en público a favor de los indultos, aunque sí que ha lanzado un mensaje apelando, otra vez, a la «concordia» para solucionar el conflicto en Cataluña, en línea con el discurso que han hecho público el resto de ministros del bloque socialista. «Será una decisión que nos permita transitar de un mal pasado hacia un futuro mejor», ha subrayado.

«La resolución de esta crisis después de más de 10 años no iba a ser inmediata»

Pedro Sánchez, presidente de España

En todo caso, el presidente del Gobierno ha justificado que un hipotético apoyo a la medida de gracia no perseguiría beneficiar a la cúpula independentista, sino repercutir positivamente en la sociedad. «Los millones de ciudadanos catalanes y del conjunto del país que queremos vivir en convivencia, conciliación y concordia», ha esgrimido.

Sánchez niega el coste político de los indultos

La tramitación de los indultos ya le ha costado al Gobierno el rechazo unánime de la oposición que prepara de nuevo una gran concentración en la plaza de Colón para mostrar su rechazo a la liberación de los políticos independentistas. También el sector judicial se ha manifestado públicamente en contra e incluso algunos barones territoriales del Partido Socialista como Emiliano García Page o Javier Lambán que han aireado en público sus discrepancias con Sánchez.

Con este escenario sobre la mesa, desde el PSOE ya se asume el coste político que podría desencadenar la medida de gracia en un momento en el que el bloque de la derecha llega lanzado en las encuestas. Sin embargo, Sánchez mantiene su apuesta por la «cohesión de Cataluña». «Ayudar a responder problemas no representa un coste», ha apuntado.

«El coste para el país sería dejar las cosas enquistadas»

Pedro Sánchez, presidente de España

Sánchez no cierra la puerta a Junqueras en la mesa de diálogo

Buena parte de este debate pasará por la mesa de diálogo que servirá para juntar a Pedro Sánchez y a Pere Aragonès después de varios meses en ‘stand by’ por la falta de un gobierno oficial en Cataluña. Las dos partes ya han manifestado en público su voluntad de negociar el futuro político de la autonomía pero el presidente tampoco da pistas sobre en qué momento de los próximos meses tendrá lugar la cita.

La hoja de ruta, sin embargo. Tal y como ha desvelado Economía Digital, Moncloa prevé reunir la mesa de diálogo la segunda quincena de julio. El objetivo es aprobar los indultos a finales de junio o principios de julio y luego convocar ese cónclave, para que ERC acuda al mismo con una posición menos beligerante.

Pedro Sánchez y Oriol Junqueras durante la sesión constitutiva en el Congreso. Foto: EFE

Sánchez no ha aclarado si aceptaría sentarse a negociar con Oriol Junqueras si finalmente pudiera salir de la cárcel para hacer acto de presencia, aunque ha advertido que su principal interlocutor será el actual presidente catalán. «Primero, una reunión con el presidente de la Generalitat en Moncloa y luego ya habrá tiempo para reunirnos no una sino muchas veces», ha aclarado.

Lo que sí mantendrá para entonces es su hoja de ruta prevista sobre la reforma del delito de sedición que permitirá rebajar las penas del Código Penal sobre esta tipología por la que han sido condenados los dirigentes independentistas. Su debate parlamentario apunta a inminente para servir como refuerzo jurídico ante la avalancha de recursos judiciales que se espera si finalmente se aprueban los indultos.

«España en 2017 aprendió una lección. Vimos cuán desacoplado estaba nuestro Código Penal en relación con esos delitos, respecto a otros códigos penales europeos», ha recordado.

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