Pedro Sánchez estalla ante el descontrol de la mesa diálogo
Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reunirán antes para fijar los objetivos y la metodología de la mesa de diálogo
Crónica de una reunión precipitada. El presidente del Gobierno anunció a última hora de este lunes que se sentará en la mesa de diálogo con ERC y Junts este miércoles. Pedro Sánchez lo dilucidó unos minutos antes de entrar por la noche a una entrevista en TVE o eso pareció.
Desde Moncloa, sin embargo, aseguran que ha sido «una decisión tomada meticulosamente desde Presidencia». A la vez que el personal de seguridad y trabajadores que acompañan a Sánchez en sus desplazamientos confirmaron a este diario que se enteraron por la prensa de que en apenas unas horas tienen que viajar a Barcelona.
Fuentes gubernamentales confirmaron horas antes a varios periodistas que el jefe del Ejecutivo no participaría en el encuentro. Todo cambió en cuestión de segundos. ¿Cuál ha sido el detonante para cambiar de opinión en unas horas? ¿Cuándo será la reunión? ¿Cuáles serán los contenidos?
El Ejecutivo llevaba días sin querer anunciar fecha, lugar, contenido, ni siquiera la delegación que participaría en el cónclave entre el Gobierno central y la Generalitat.
Fuentes consultadas por ED aseguran que las conversaciones no estaban saliendo como Moncloa quería porque los independentistas no ‘compraban’ la llamada ‘Agenda para el reencuentro’ que Sánchez ya expuso al ex president Quim Torra. «No vamos a pactar nada fuera de la Constitución», insistían nerviosos desde el Gobierno a todo periodista que preguntaba.
Sánchez y Aragonès pactarán primero las reglas del juego
Referéndum y amnistía, reiteraron este mismo lunes desde ERC y Junts. No había acuerdo hasta el punto de que en la Ejecutiva de Junts, celebrada este lunes a puerta cerrada, se plantearon no asistir a la reunión si Sánchez no acudía.
El independentismo hablaba de «humillación» y «desprecio». Mientras Pere Aragonès se veía solo en la mesa con los socialistas. Según fuentes autorizadas, los «contactos» se siguieron sucediendo por la tarde hasta que Govern y Moncloa consensuaron una solución intermedia.
En un principio había desacuerdo hasta en la fecha, ya que Sánchez propuso el miércoles, mientras Aragonès habló de «jueves o viernes». La agenda de Sánchez ya estaba cerrada, según explican las mismas fuentes.
El jueves por la tarde el presidente recibirá a su homólogo colombiano, Iván Duque, y compartirán juntos una almuerzo oficial en el Palacio de la Zarzuela junto al rey Felipe VI, y el miércoles, Sánchez tenía previsto recibir al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Mientras que el viernes, el jefe del Ejecutivo viajará a Grecia para participar en la Cumbre UE-Med 9 y tampoco tendrá un solo hueco en su apretada agenda.
Pero según anunció la Generalitat en un comunicado, ambos mandatarios se reunirán primeramente para fijar los objetivos y la metodología del encuentro.
Aragonès y Sánchez, señala el comunicado, «se reunirán primero para retomar el proceso de negociación. Este encuentro servirá para situar los objetivos y la metodología de la mesa para la resolución del conflicto político», que se reunirá justo a continuación del encuentro entre presidentes, una vez señaladas las líneas rojas por ambos gobiernos.
La asistencia de Sánchez a la mesa de diálogo es un win-win para el presidente del Gobierno y también para el de la Generalitat. Ambos buscan resistir dos años al frente de sus respectivos ejectivos y ambos se necesitan mutuamente.
Sánchez para que ERC apoye los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y las diferentes propuestas parlamentarias y Aragonès para resistir frente a sus socios de gobierno que insisten en adelantar los preparativos para la vía unilateral. «Es la primera reunión de esta legislatura catalana y lideraré esta delegación del Gobierno», anunció Sánchez en TVE.
El acuerdo «será refrendado»
La estrategia es simple y parece sacada del libro de Pedro Sánchez o de la famosa canción del Dúo Dinámico que tanto se ha cantado durante lo más duro del coronavirus: «Resistiré».
Resistir para no caer. Resistir para dilatar la mesa de diálogo en el tiempo y con ello «rebajar el protagonismo del conflicto», apuntan fuentes socialistas.
La línea del Gobierno es clara y, según advierten fuentes gubernamentales, la comisión bilateral Estado-Generalitat será el foro donde se sustancien avances centrados en la gestión y la economía, mientras que la mesa de diálogo, más centrada en el conflicto territorial, se orientará más al relato y a visibilizar una cierta confrontación sobre la que empujan los posconvergentes, encabezados por Puigdemont.
El equipo de Sánchez intenta evitar que la agenda catalana monopolice el debate político, y de hecho el presidente no dijo ni una palabra sobre la crisis catalana en su solemne acto de inauguración del curso la semana pasada, pero dio su promesa a ERC de que la mesa de diálogo tendría lugar.
Los republicanos son un aliado clave para los Presupuestos y en casi todas las votaciones en el Congreso. Por eso ni el Ejecutivo ni los republicanos pueden permitirse un fracaso de esta primera reunión.
El independentismo sigue sin torcer su brazo, mientras que Sánchez sigue dando una de cal y otra de arena. El presidente, durante su entrevista, aseguró que en el caso de llegar a un acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat, «este será refrendado pero tendrá que estar dentro de los márgenes de la legalidad democrática».
La primera reunión de la mesa de diálogo condicionará el apoyo de ERC a los Presupuestos. De ahí que el Gobierno quiera centrar el foco en la «recuperación justa», con un paquete legislativo de carácter social, y en ‘descatalanizar’ la agenda.
La oposición sigue atenta los movimientos de Sánchez y de la Generalitat mientras ‘afila los cuchillos’ de cara a este miércoles, donde el presidente tendrá que responder a sus preguntas en la Cámara Baja. La guinda es que los independentistas ya advierten que un ‘sí’ a la mesa de diálogo no significa un ‘sí’ a los Presupuestos y quien avisa…